POSADAS. Nunca lo supieron, pero los integrantes de la banda del “narco-delivery” no eran los únicos en la comunicación cuando hablaban por teléfono. Mediante las escuchas, las autoridades pudieron determinar el “modus operandi” de la organización que distribuía cocaína por todo Posadas.PRIMERA EDICIÓN tuvo acceso a apenas una pequeña porción de esas intervenciones, en las que se da cuenta del “trabajo” de la banda, que actualmente tiene detenidos a “Pato” (67) y “Pollo” (27), además de al menos dos prófugos, entre los que se encuentra una familiar directa del hombre mayor.Entre las comunicaciones surgen llamadas de pedidos, de avisos sobre los finales de las “rondas” e incluso hasta quejas de los consumidores por la calidad del “producto”, cuestión que indicaría que la banda “estiraba” en buena parte su “materia prima” para maximizar las ganancias.Línea directaDe la investigación encabezada por la Justicia Federal y llevada a cabo por efectivos de la Policía Federal Argentina, delegación Posadas, surge que por noche la banda recibía al menos 30 llamadas de clientes que hacían sus pedidos.No obstante, esas no eran las únicas comunicaciones. Es que varios de los clientes también entraban en contacto con el “motoquero” para solicitarle explicaciones por la mala calidad de la droga que vendía.En ese sentido, todo indica que la organización trabajaba con cocaína de máxima pureza, pero la rebaja para producir más dosis y obtener mayores beneficios.Al respecto, de las escuchas surge por ejemplo que cuando el “motoquero” terminaba la recorrida avisaba al presunto líder, el hombre mayor detenido, quien entonces coordinaba el “trabajo” para la noche siguiente.También era común que los clientes llamaran fuera de horario para hacer un pedido. Entonces el “delivery boy” les respondía: “Ya no tengo, andá a comprar acá abajo”, lo que indicaría que en el búnker allanado también se vendía “por ventanilla”.Entre otros puntos, también llamó la atención de los investigadores un diálogo entre la joven que permanece prófuga y quien sería el “motoquero”, en una oportunidad en la que se quedaron sin cocaína y debieron recurrir a otro proveedor, que también es investigado por la Justicia.“¿Cómo está esa cocaína?”, preguntaban desde el teléfono. “Está mortal”, respondía el repartidor.”¿Es mejor que la que vendemos?”, repreguntaban al otro lado de la línea. “Sí”, era entonces la respuesta. Ese diálogo -palabras más, palabras menos- forma parte de la causa.Como se informó el último lunes, la banda era investigada desde principios de año y fue desarticulada el último sábado de madrugada en el barrio Tiro Federal, desde donde operaba. Allí se secuestraron 40 dosis de cocaína, casi un kilogramo de marihuana, papeles y una moto en la que se repartían los pedidos. En el procedimiento también se detuvo a “Pato” (67) y “Pollo” (27), quienes ahora deben responder ante la Justicia Federal. “Pato” y “Pollo” se abstuvieron de declararMientras continúa la investigación y, a la vez, la búsqueda de más integrantes de la organización, en las últimas horas los dos detenidos fueron conducidos para declaración indagatoria.En ese acto, ambos coincidieron y se abstuvieron de declarar. De todas maneras, podrán solicitar ampliación y romper el silencio más adelante.Los dos fueron detenidos el último sábado en medio de los procedimientos que contaron con unos 80 efectivos de la Policía Federal Argentina, delegación local.El trabajo investigativo ordenado por el Juzgado y la Fiscalía Federal de Posadas comenzó a principios de este año e incluyó escuchas telefónicas, vigilancias encubiertas, filmaciones y demás trabajos que permitieron desbaratar a la organización.





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