POSADAS. Todo el país estalló en polémica cuando la presidenta Cristina Fernández expuso en el encuentro de la Oficina para la Alimentación y Agricultura (FAO) de la ONU y señaló que el índice de indigencia en el país es del 1% y el de pobreza, menor a 5%.Sin embargo, sin cifras oficiales desde hace casi dos años, diversos organismos afirman que la pobreza en Argentina oscila entre el 17% y el 27% y que en Misiones llegaría hasta el 50%.Lo concreto es que desde diciembre de 2013 no se obtienen datos oficiales de pobreza e indigencia en el país y en Misiones.Metodológicamente existen varias maneras de medir la pobreza e indigencia, entre las que se destacan dos. La más común y más difundida es la que se centra directamente en los ingresos, referenciando a éstos con determinados bienes y servicios que se consideran mínimos e indispensables para que una familia no se encuentre en la pobreza o Indigencia. Por otro lado, las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) están relacionadas con las situaciones en las que los individuos carecen de vivienda, condiciones sanitarias óptimas, asistencia escolar, padecen hacinamiento o no poseen capacidad de subsistencia, haciendo de este índice algo más complejo.El Instituto de Estudio y Formación de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) determinó que en el segundo trimestre de 2013 la pobreza en Misiones alcanzó al 48,6% de la población y la indigencia al 21,7%, porcentajes altamente alarmantes que surgen en base a proyecciones poblacionales del Censo Nacional de 2010 y de la Encuesta Permanente de Hogares (Indec), según los cuales unos 563.163 misioneros (48,6%) son pobres y al menos unos 251.434 son indigentes (un 21,7%).Estos datos estarían alejados de los informados oficialmente por el Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec) en la última medición realizada en el Gran Posadas, en el primer semestre de 2013, cuando arrojó un 9,7% de pobreza y un 2,4% de indigencia.Teniendo en cuenta el Censo Nacional de 2010, que mide las NBI de la población, la provincia de Misiones se ubicó en el quinto lugar del país, con 15,6% de los hogares con NBI que representa a un 19,1% de la población, es decir, 208.805 misioneros.A nivel nacional, los últimos datos oficiales también corresponden a diciembre de 2013. En este sentido, el Centro de Estudios Cifra, de la CTA, informó que la pobreza ese año alcanzaba el 17,8%; según el Barómetro de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), la pobreza alcanzó dicho año el 26%; la comisión técnica de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE)-Indec afirma que un 25,1% de los argentinos era pobre a fines del año pasado; y la consultora Ecolatina indicó que 2014 terminó con un 27% de pobreza en Argentina. Para ATE-Indec, el NEA es la región con más pobreza del país BUENOS AIRES. Las provincias del norte del país encabezan el ranking de la pobreza, ya que ésta ronda entre el 30 y el 40%, mientras se registra un 13,8% en las provincias patagónicas. En Capital Federal y Gran Buenos Aires es del 25,8%. Las cifras fueron difundidas por los técnicos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) desplazados en 2007 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) por oponerse a las manipulación de las estadísticas oficiales. Agrupados en ATE-Indec, calcularon la pobreza tal como lo vino haciendo el Instituto desde 1990 en adelante, pero no con los precios del Indec, sino valorizando las canastas básicas con los precios relevados por la Dirección de Estadística y Censos porteña.Así, calcularon que, con los datos del cuarto trimestre del año pasado, la pobreza afectaba al 25,1% de los 38,5 millones de personas que componen la población urbana. Pero, dado que los ingresos de la gente y de las familias son más bajos en el Nordeste (NEA) y el Noroeste (NOA) argentino con relación al promedio nacional, en esas regiones la pobreza es muy superior: en el último es del 30,4% y en el NEA, del 39,3%.El informe sostiene que si el Indec hubiera continuado con la medición de ese indicador clave con la valorización de las canastas en base a los precios oficiales (sospechados de manipulación), la pobreza sería del 3,5%, afectando a sólo 1.196.000 personas. La brecha entre el 3,5% que hubiera arrojado la medición oficial y el 25,1% de ATE-Indec es de siete veces.Posiblemente el cuestionamiento que hubiera producido la difusión de semejantes cifras llevó al Gobierno a “discontinuar” las mediciones de pobreza, al precio de que desde mediados de 2013 la Argentina carece de datos oficiales tanto de indigencia como de pobreza. Además, se señala que el año pasado la pobreza aumentó del 20,7 al 25,1%, en lo que incidió la mayor inflación y el estancamiento de la economía y del empleo.Más graves son los números si se comparan los ingresos de la población con la canasta más amplia que elaboró la Dirección de Estadísticas porteña, que toma en cuenta no sólo las necesidades básicas sino que considera “los bienes y servicios que satisfacen en una medida socialmente aceptable las necesidades de los hogares”, incluyendo -entre otros rubros- los gastos en alimentos, mantenimiento del hogar, aseo, educación, salud, esparcimiento y transporte público. El valor de esa canasta para una familia tipo osciló a fines de 2014 entre $8.803 y $12.005 mensuales. Con esos valores, la pobreza ascendería al 44,3%, que representa 17 millones de personas.





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