PUERTO RICO. Los cincuenta trabajadores de la fábrica de bolsitas La Arminda de esta localidad continúan en su plan de lucha intentando mantener su fuente laboral. En este sentido, vienen realizando todo tipo de manifestaciones públicas, no solamente en los medios de comunicación, sino también con marchas y manteniendo distintas reuniones con autoridades locales buscando la manera de que la fábrica pueda seguir funcionando y que no se pierdan las puestos de trabajo. Según explicó a PRIMERA EDICIÓN Gabriel Berón, delegado de los trabajadores afiliados al Sindicato de Obreros del Alto Paraná, “en estos días no estamos trabajando porque no tenemos materia prima; pedidos hay, pero no tenemos la materia prima. Por otro lado, en estos días estuvieron (representantes) del Ministerio de Trabajo realizando un inventario de la fábrica de todas las máquinas que hay. Además, estamos manteniendo distintas reuniones con otros trabajadores y empresas que pasaron por situaciones de crisis, estamos buscando la manera de seguir adelante y que esto pueda continuar funcionando para que nadie se quede sin trabajo”, explicó. Venta legalPor otro lado, en un comunicado enviado a este diario por la presidenta de la empresa, Susana Ericilia Costa, expuso su punto de vista respecto a la venta de las máquinas: “Esta dirección realizó en forma legal la venta de tres máquinas convertidoras de bolsas de papel de porte mediano y el proceso de venta se realizó en forma abierta y con conocimiento total de los socios de la firma, realizando el traslado de las mismas el día sábado 9 de mayo por la mañana, día no laborable y a los efectos de no entorpecer el funcionamiento normal de la producción en curso, haciéndose además a la vista de todos los habitantes cercanos a la planta industrial, por lo que desmentimos que este proceso se realizara en forma clandestina e intempestiva”.Agregó respecto a la venta de esas máquinas que “en ningún momento pone en riesgo la fuente laboral de los trabajadores de esta empresa, pues la misma cuenta además con dos máquinas de las mismas características y función para seguir atendiendo el mismo mercado; además de que estas maquinarias no afectan en forma directa y exclusiva a operarios para manejarlas. Los maquinistas son afectados para operar las mismas de acuerdo a la producción vigente y cuando no es así cumplen otras funciones siempre dentro de su rol y percibiendo los haberes correspondiente a su categoría”. “La Arminda SA cuenta con un total de doce máquinas para su funcionamiento, esto significa que la dirección de la firma nunca ha puesto en riesgo la continuidad laboral de ningún operario de la empresa”, explicó.Por otro lado, la presidenta se refirió a los sueldos de los trabajadores y aclaró: “Al día de la fecha no existen haberes pendientes a cobrar por el personal de la empresa, quienes el día 29 de abril del corriente año han percibido los jornales correspondientes a ese mes prácticamente en su totalidad”.Respecto a la situación actual en la que la fábrica no está en funcionamiento, la presidencia culpó a los trabajadores: “Manifiesto además la preocupación de la dirección de la empresa por la falta de acompañamiento del personal en forma responsable y seria en el proceso de producción de los distintos pedidos a fabricar, actitud que ha llevado en varias ocasiones al incumplimiento con nuestros clientes para la entrega en tiempo y forma de los pedidos solicitados y por consiguiente ocasionando el retraso en el ingreso de los fondos correspondientes, poniendo en riesgo nuestra credibilidad y atrasando el pago de nuestras obligaciones. En estos momentos, la negativa por parte del personal del ingreso al sector administrativo de los empleados que cumplen esa función, ha producido la pérdida de contacto con los distintos clientes y proveedores ocasionando por lo tanto el atraso en nuestras distintas obligaciones para con ellos y la provisión de insumos y materia prima”, finalizó.Subsidio nacionalMientras el conflicto continúa, este mes los trabajadores comenzaron a cobrar un importe de 2.000 pesos mensuales en concepto de subsidio del Gobierno nacional, plan destinado para la asistencia de empresas en crisis que gestionara la firma con el sindicato el año pasado. Esto ayudará por un tiempo hasta que se encuentre un camino viable en el que comenzar a transitar para salir de esta profunda crisis que amenaza con poner punto final a una de las industrias más importantes de esta comunidad.





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