POSADAS. El matrimonio Majoñka pasó estos últimos tres meses en la incertidumbre: un incendio redujo a cenizas la vivienda familiar con todas las pertenencias dentro. Instantáneamente la familia había recibido una mano solidaria, la que es necesaria para salir del paso, pero faltaba lo más importante: que las promesas de una casa nueva (y con ella la llegada de algunos artefactos indispensables) se cumplan. Recientemente una nota de PRIMERA EDICIÓN dejó en evidencia la “tardanza” de esa solidaridad que les había sido prometida, pero con mucha alegría, finalmente el martes, la ayuda más vital empezó a llegar para estos feriantes de la chacra 32-33, ya que recibieron de mano de la Federación Misionera de las Ferias Francas el freezer que tanto necesitaban para el buen desarrollo de la venta en el puesto de la feria. El domingo a la mañana, la feria en cuestión es un incesante ir y venir de gente que pregunta, busca calidad, compara precios, productos de aquí y allá en la balanza números, y el tiempo vuela… Es difícil que la jornada propicie algún momento de camaradería entre los feriantes, que si son del mismo pueblo, se suelen encontrar en las fiestas populares o en las misas… Sin embargo, hay entre ellos muchísima camaradería y solidaridad y ésta quedó en evidencia con el drama que tuvo que pasar la familia Majoñka, de Cerro Azul, luego del incendio de su casa con la pérdida total de sus pertenencias. Apenas se enteraron de la situación en la cual quedaron los Majoñka (un grupo familiar conformado por siete personas: papá, mamá y cinco hijos, de entre un año y 16) sus compañeros juntaron dinero que sirvió para conseguir algunos elementos de primera necesidad. De cualquier modo, en todas las veces que este diario habló con Dora Beatriz Rodríguez y Juan Carlos Majoñka, ambos contaron que esperaban ilusionados la ayuda más primordial. A ese respecto, el vicepresidente de la organización de los feriantes de Misiones, José Villasanti, contó que el domingo se les comunicó sobre la adquisición del freezer que ellos habían pedido a la feria, cuando se les consultó qué tipo de ayuda querían.“Luego de recibir el freezer el martes la familia se puso muy contenta”, expresó el dirigente de los productores. Oportunamente Villasanti había señalado que la tardanza tuvo que ver con motivos de fuerza mayor, pero siempre estuvo en la voluntad de los dirigentes, cumplir la palabra sobre la decisión tomada. Los hechosLuego del incendio la familia perjudicada daba “gracias a la vida” habían perdido la casa, los muebles y todas las pertenencias pero ellos habían salido ilesos y lo era todo. A los pocos días la población donó lo que tenía a mano: ropas y otros. En paralelo desde el Gobierno municipal de Cerro Azul llegó la promesa de la casa, que es lo que “más necesitamos”, dijo Dora Rodríguez.





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