WASHINGTON, Estados Unidos (Agencias y diarios digitales). Seymour Hersh, uno de los mejores periodistas de investigación, acusó al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de haber mentido hace cuatro años al presentar la ejecución de Osama Bin Laden, el terrorista más buscado por Estados Unidos, como uno de los más importantes logros de su presidencia y sus servicios de inteligencia.En un artículo en la revista “London Review of Books”, Hersh escribió que el Gobierno de Estados Unidos pagó 25 millones de dólares a un agente de inteligencia paquistaní para traicionar a Osama Bin Laden, quien vivía bajo la protección de Paquistán en Abbottabad.En otras palabras, altos mandos militares y de inteligencia de dicho país de Medio Oriente habrían vendido a Estados Unidos a Bin Laden, a quien protegían desde diciembre de 2001.La historia de Hersh se convirtió en un puñetazo a la credibilidad de Obama y, en caso de comprobarse, una mala noticia para los demócratas de cara a las presidenciales de 2016. En tono desafiante, Hersh manifestó que esperaba con impaciencia el desmentido de la Casa Blanca: “Entiendo perfectamente las consecuencias de lo que he escrito. Y estoy esperando el desmentido de la Casa Blanca”, dijo durante una entrevista con la cadena de noticias CNN.La respuesta de carácter extraoficial llegó, sin embargo, desde uno de los antiguos responsables de la Agencia Central de Inteligencia (Central Intelligence Agency, CIA) Michael Morell, quien declaró a la prensa que “cada frase en el reporte es falsa”.A su vez, el portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, Ned Price, afirmó que “hay demasiadas inexactitudes y afirmaciones sin fundamento en esta pieza para sustentar su veracidad”.Según Hersh, quien defendió su versión después de haber consultado con una fuente anónima, la operación que la CIA presentó como uno de sus mayores logros, para rastrear y descubrir el paradero de Osama Bin Laden, es una mentira.La narrativa del reportaje de Hersh sugiere que Obama intentó a toda costa sacar partido del operativo con el que ultimaron al entonces líder de Al Qaeda para allanar su camino a la reelección en 2012.Según Hersh, el Gobierno de Estados Unidos pagó 25 millones de dólares a un agente de inteligencia paquistaní que, al parecer, compartió los beneficios con altos mandos militares de ese país para permitir el paso a helicópteros que penetraron el espacio aéreo de Paquistán, para caer sobre el refugio de Bin Laden.Ese extremo fue vigorosamente refutado por Morell, quien aseguró que tras el operativo para ejecutar a Bin Laden y capturar sus restos, el gobierno de Paquistán protestó.“Los paquistaníes estaban enfurecidos con nosotros. A tal grado que el presidente me envío para tratar de enfriar las cosas y normalizar las relaciones”, enfatizó Morell.Hersh ganó en 1970 el premio Pulitzer por su historia sobre la masacre en la localidad de My Lae, durante la guerra en Vietnam. La revelación de Hersh, en caso de ser confirmada, supondrá un revés para la credibilidad del Ejecutivo estadounidense y un problema para el candidato o candidata demócrata que decida contender por la presidencia en 2016.De su lado, el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Ned Price, aseguró en un comunicado que la historia de Hersh tiene “demasiadas imprecisiones y afirmaciones sin fundamento”.“La noción de que en la operación que acabó con la vida de Osama bin Laden fue otra cosa que una misión unilateral de Estados Unidos es evidentemente falsa”, afirmó Price, que mantuvo que la operación solo fue conocida de antemano por un reducido círculo de altos mandos militares.Estados Unidos aseguró en todo momento que la operación de las fuerzas especiales de los Navy Seal del 11 de mayo de 2011 contra un complejo de la localidad paquistaní de Abbottabad, donde se escondía Bin Laden, líder de Al Qaeda, se realizó de manera unilateral y en secreto.“El presidente decidió no informar a ningún gobierno, incluido el Gobierno paquistaní, que no fue notificado hasta que la operación finalizó”, explicó Price.





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