POSADAS. Todos en algún momento de nuestras vidas recibimos ayuda. Ya sea por parte de algún familiar, amigos y en muchos casos, de corazones solidarios y desconocidos que sin interés alguno tendieron una mano para ayudar en algún momento difícil. Conocer lo que hacen los integrantes de la Asociación Civil Cadena de Favores, hace sentir que todavía queda esperanza para esta humanidad plagada de situaciones tristes. Porque cuando se ven o se leen noticias como que una familia humilde perdió su casa ya sea por un incendio o una inundación; cuando un bebé con menos de 24 horas de nacido es abandonado en un bolso lleno de piedras y con gasas en la boca y tirado a un arroyo (caso a nivel nacional); o un niño abandonado en un cantero, nos pasa por la cabeza que vivimos rodeados de maldad, pero la tarea que realiza Patricia Lebedur y su esposo Ramón Escobar, junto a los miembros de Cadena de Favores y de los miles de personas que colaboran con ellos, hace que la esperanza de que aún existen corazones solidarios y, los misioneros sabemos de eso, ya que siempre ante un pedido de ayuda, algún alma caritativa levanta la bandera de la solidaridad para ayudar al prójimo, nos hace pensar que aún queda un resquicio de amor hacia nuestros semejantes.Esta Asociación nació en Villa Lugano, Buenos Aires allá por 2006. Ramón Escobar es quien la fundó. “Mi marido y yo hacíamos lo que podíamos y siempre ayudábamos a los que necesitaban una mano. Y después que vio la película (Cadena de Favores) se le ocurrió que ese podría ser el nombre de una Asociación que tenga el mismo espíritu, multiplicar favores o ayuda a los que lo necesiten”, explicó Patricia a PRIMERA EDICIÓN quien ahora está al frente de la Asociación.Ella y su esposo, quien es misionero de nacimiento, se trasladaron a Oberá hace cuatro años. Cada uno tiene sus ocupaciones y además llevan adelante esta Asociación solidaria. Ramón es gasista matriculado y Patricia se dedica a servicio de imprenta y gráfica, además tienen tres hijos. “Nuestro afán por ayudar nos impulsa, no es fácil, a veces se nos hace cuesta arriba, pero como puse en el Facebook de la Asociación todo lo que cuesta y los problemas que se pasan para llegar al objetivo queda en el olvido cuando ves la sonrisa en la cara de un niño, las lágrimas de alegría en la cara de una mujer, madre de siete hijos que perdió todo y cuando ve las donaciones que les llevamos, no puede creerlo”, dijo Patricia. Claro, al ver esto caemos en la cuenta de que hay personas que atraviesan situaciones desesperantes y que con una pequeña contribución se puede hacer su vida menos dura. Patricia contó que muchas veces los esfuerzos de la Asociación se hacen cuesta arriba “porque la gente duda, lamentablemente hay mucho descreimiento, hasta que no ven lo que hacemos y cómo nos manejamos, es como que no creen que nuestro trabajo sea pura y exclusivamente solidario. Nosotros le pedimos al municipio un terreno o algún espacio físico para darle un contexto a nuestra Asociación, un lugar donde podamos brindar cursos de capacitación, pero hasta el día de hoy no hemos tenido la oportunidad. Ahora estamos detrás de un lugar para tener nuestro espacio físico y poder seguir avanzando en los cursos de capacitación y un lugar donde tener las donaciones, un depósito y un ropero, donde la gente se pueda acercar a retirar las cosas”, explicó Patricia. Esto es uno de los objetivos principales que tienen ahora, ya que, como explicó, todo lo que reciben lo acomodan en su casa y después lo llevan a las familias que lo necesitan, pero su casa a veces queda chica, contó. Redes Sociales y colaboraciónEn estos casos las redes sociales juegan un papel importante, ya que los pedidos se replican y siempre hay quienes de una u otra manera ayudan. “Hay mucha gente solidaria que conoce nuestro trabajo y estamos felices por la confianza que ponen en nosotros. Colaboran porque saben quiénes somos, no los hemos defraudado y que lo que se dona saben que llega a la gente que lo necesita. Nosotros transmitimos todo lo que hacemos a través de fotografías en Facebook. que es una forma de que el que donó sepa que su aporte llegó. Además tenemos unas diez personas voluntraias anónimas que siempre están para costear las necesidades de las personas cuando postemos un caso. Por ejemplo hace unos tres meses atrás una señora vino a mi casa y nos contó que su niño sufre de Síndrome de West y estaba en una sillita, ese nene necesitaba acceder a sus nuevas valvas y mitones. Su mamá estaba desesperada, porque son una familia muy humilde y no tienen recursos económicos y el nene necesitaba esto porque las que tenían le quedaban chicas y a través del Facebook e hicimos una colecta de dinero que reunimos el dinero para el niño pueda acceder a las valvas y mitones. Me encontré con su mamá y me dijo que ya le habían tomado las medidas y se las estaban preparando. Estamos tan agradecidos con los que colaboraron y juntamos los cuatro mil pesos y ahora tiene este niño lo que necesita”.





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