ASUNCIÓN, Paraguay (Agencias). Tiene 10 años, pesa 34 kilos y mide 1,39, pero está embarazada de cinco meses y va a ser madre. Una niña violada por su padrastro será forzada a dar a luz si la presión internacional no lo impide. En Paraguay no hay aborto salvo que peligre la vida de la madre, algo que sólo se aplicó una vez en 2009 por un embarazo ectópico y después de mucha presión. Diversas organizaciones humanitarias tratan de convencer al Gobierno paraguayo de que la vida de la niña corre peligro, pero el Ejecutivo rechaza tajantemente el aborto y pretende obligar a la niña, separada ahora de su familia, a tener el hijo.“Este formalmente es un Estado laico, pero hay mucha presión de sectores conservadores”, asegura María José Garcete, de Amnistía Internacional en Paraguay. La organización apoya a la madre, que fue sido encarcelada por supuesta complicidad con el padrastro, ahora fugado, en los abusos a la niña. La madre, sin embargo, denunció el año pasado los abusos a su hija, entonces solo manoseos, pero nadie lo detuvo.El ministro de Salud, Antonio Barrios, que antes de saltar a la política era el médico personal del presidente, el conservador Horacio Cartes, descartó por completo el aborto. “Si se debía abortar, tuvo que ser antes de la semana 20. El embarazo no será interrumpido. Lo del aborto ya lo hemos descartado por completo”, advirtió. El caso no es nuevo. Según las estadísticas del hospital de Clínica, el año pasado hubo casi 700 casos de niñas entre 10 y 14 años que dieron a luz. La mayoría, según las ONG consultadas, son víctimas de violaciones. A ninguna se le permitió abortar, al menos no oficialmente. Nunca se aplicó con una niña embarazada el artículo 109.4, que permite interrumpir el embarazo en caso de riesgo para la vida de la madre.





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