NEUQUÉN. Un curioso pero lamentable hecho que trasciende fronteras: Javier Laurín, quien estaba disfrutando de las aguas del río Neuquén de dicha provincia, recibió un disparo desde la otra orilla, que pertenece a Río Negro. El joven quedó en grave estado, pero la Justicia aún no determinó a cuál de las dos jurisdicciones le corresponde el caso. El hecho ocurrió el pasado 4 de febrero, cuando un grupo de jóvenes se encontraba en las aguas del citado cauce y desde la otra orilla fue efectuado un disparo de un arma calibre 22 que impactó en la cabeza de Laurín, quien desde esa fecha está internado en estado crítico en el hospital Castro Rendón de Neuquén. Los médicos lograron extraerle la bala, pero su vida pende de un hilo, informaron los profesionales. Pero lo más extraño del caso es que hasta ahora la Justicia no determinó a qué jurisdicción pertenece el caso y, a pesar de la gravedad de la situación, la investigación continúa estancada. La Justicia neuquina se declaró incompetente al entender que la agresión vino desde Río Negro. No obstante, el Código Procesal Penal de esta última provincia establece que “en caso de tentativa, lo será el de la circunscripción judicial donde se cumplió el último acto de ejecución”. Visto desde esta perspectiva, el caso debería ser asumido por la Justicia neuquina, por ser el lugar donde se recibió la agresión. Hasta ahora, el hecho ocurrió en “tierra de nadie”.





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