SAN VICENTE. La lupa de los investigadores estaba sobre el menor. Tenía antecedentes y los pesquisas no descartan que pudo estar vinculado al crimen del taxista. Al cotejar el identikit que difundió la Policía el pasado miércoles con el rostro del sospechoso, no quedó lugar a dudas: tenía muchas coincidencias en los rasgos de su rostro. El sujeto, quien de acuerdo a los uniformados tiene 17 años, fue inmediatamente detenido en averiguación del crimen de Fabio Rafael Lorenzo, de 26 años, que fue perpetrado entre la noche del sábado 25 de abril y la madrugada del siguiente día. Es un avance importante en el marco de la investigación, que tuvo aristas confusas desde el hallazgo del cuerpo del infortunado trabajador del volante. Incluso en las últimas 24 horas volvieron a surgir nuevas evidencias y pistas que van dando un giro a las circunstancias de la muerte del joven (ver nota relacionada). Parece ser una causa destinada a no extinguirse y ojalá los investigadores logren llegar hasta un punto de resolución o esclarecimiento definitivo de la causa. La familia del taxista y gran parte de la sociedad bregan porque se haga justicia. Intentó escapar Ayer a las 13.30, en el barrio San Ramón de San Vicente, el sospechoso intentó darse a la fuga cuando los uniformados acudieron al lugar donde estaba residiendo: una precaria y reducida casilla donde había dos colchones. Sin embargo, no llegó lejos. En su huida arrojó una mochila, donde fueron incautadas gran cantidad de prendas de vestir, que serán sometidas a pericias. Otro individuo que acompañaba al adolescente sí logró escapar y para los efectivos guarda todas las características del presunto cómplice, siempre teniendo en cuenta los “retratos hablados” que dio a conocer la Policía días atrás. Corta y frondosa carrera delictivaFuentes oficiales confirmaron que, al cotejar con su base de datos, la Policía estableció que el menor detenido ayer fue capturado hace casi tres meses, más precisamente el 9 de febrero pasado, acusado de asaltar junto a un cómplice a una familia, a la cual también tomaron de rehén. Desde la fuerza informaron que no descartan que el sujeto que en esa ocasión pudo escapar también sea el mismo que ayer se fugó por poco de los uniformados. Tal como publicó este diario, el lunes 9 de febrero, alrededor de las 5.20, una Ford Ranger conducida por un hombre de 49 años oriundo de San Vicente que viajaba a Posadas junto a su mujer y sus dos hijos menores se topó con un presunto control de Gendarmería sobre la ruta nacional 14, a pocos kilómetros de Aristóbulo del Valle. Sin sospechar nada extraño, el hombre se detuvo. Es que nada hacía presumir que se trata de un falso control. Los conos en medio de la oscuridad y los dos hombres vestidos con chalecos y ropas verdes parecían así confirmarlo. Sin embargo, se trataba de delincuentes disfrazados, quienes enseguida obligaron a descender al conductor a punta de arma de fuego. Maniataron al jefe de familia y lo sentaron en el asiento del acompañante. Uno de los ladrones tomó el volante y junto a la familia aceleraron a toda velocidad, primero por la ruta 14 y posteriormente por la provincial 7, que conecta Aristóbulo con Jardín América. Pero a pocos kilómetros del cruce con la ruta provincial 8, los falsos federales se toparon con un control genuino de Gendarmería. Frenaron bruscamente a unos 300 kilómetros del retén, giraron “en u” y trataron de escapar. Tras una persecución, los efectivos detuvieron al menor, quien vestía ropas similares a las de GN, además de portar un revólver calibre 32 milímetros.El adolescente fue liberado poco después y gozaba de un beneficio de la Justicia, aunque cada un mes tenía que notificarse en un Juzgado de Eldorado, es decir, que estaba en libertad pero con restricciones, según informaron fuentes de la Unidad Regional VIII. Nuevas pericias establecen que la víctima intentó escaparEn las últimas horas, un equipo de la Policía Científica realizaba nuevas pericias en el automóvil de la infortunada víctima, un Chevrolet Corsa, cuando lograron encontrar una ojiva de bala calibre 38. Este proyectil fue hallado bajo el paño de la parte trasera del baúl del vehículo, justamente donde hallaron el cuerpo del taxista Fabio Lorenzo. Al joven lo ultimaron de dos balazos: uno de los disparos ingresó en la parte superior del cráneo y tenía orificio de salida a la altura de la garganta. Esa bala hasta ayer no se había encontrado. El otro proyectil atravesó uno de sus brazos, luego ingresó por la axila y afectó la zona cardíaca. Esa bala fue hallada en la autopsia y se trataba de un calibre 38. Antes de encontrarse la última ojiva, ayer en el automóvil, se especuló con la teoría de que al taxista lo ejecutaron de un tiro al estilo mafioso, mientras estaba de rodillas. La no presencia de sangre en el baúl y el hecho de que el taxista medía 1,90 de estatura hacían suponer que fue obligado a descender del vehículo y a arrodillarse, para luego ser asesinado a sangre fría. Pero ayer también se encontraron vestigios de salpicaduras de sangre que, por su forma y volumen, determinarían prima facie que fue ultimado dentro de la cajuela, confió un vocero oficial.Teniendo en cuenta la trayectoria de los impactos de bala que recibió la víctima y las manchas de sangre, como así también el destino final del proyectil hallado ayer en la parte trasera, a la altura de la chapa patente, ahora los peritos de la Policía Científica establecieron que es muy probable que recibió ambos disparos mientras intentaba escapar. Se cree que el taxista, quien al parecer estaba maniatado, golpeó con sus piernas los asientos traseros, logrando correrlos, quizás en un último y desesperado intento por escapar, situación que fue advertida por los asaltantes.Fue entonces que presumiblemente uno de ellos le efectuó los dos disparos a quemarropa con un revólver calibre 38. Se presume que el que apretó el gatillo fue el acompañante, es decir, que el adolescente ahora detenido pudo ser quien efectuó los tiros mortales. Esto pudo suceder mientras el auto estaba en marcha o cuando estaba estacionado. Lo cierto es que ambos asesinos abandonaron el Chevrolet Corsa en la zona rural de San Pedro, porque tuvieron un desperfecto mecánico. Pidieron agua a los vecinos porque supuestamente el motor levantó temperatura, pero al no tener éxito decidieron continuar escapando, con un botín de 3.000 pesos, dinero que tenía la víctima en su poder según testimonios
de sus familiares. El domingo 26 de abril, los efectivos hallaron el rodado. Tras casi seis horas de peritajes y luego de obtener una copia de las llaves, abrieron el baúl y se toparon con el cadáver de Fabio Lorenzo.





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