POSADAS. El olor nauseabundo, las moscas y las filtraciones de líquidos malolientes invadieron la chacra 150, en Villa Cabello. Hace una semana reventaron los caños cloacales maestros y la empresa Samsa hace oídos sordos a los constantes reclamos de los habitantes. Las quejas se reiteran en varios momentos del día y las encabeza una decena de vecinos, pero el único efecto que causan es que la empresa prestataria del servicio “mande a uno o dos operarios que nada pueden hacer ante semejante problema”. Los pobladores creen que la situación radica en que la empresa “no acude con la tecnología adecuada para erradicar el problema de raíz. Ellos tienen como hacerlo pero desconocemos cuáles son los motivos de porqué no lo hacen”, disparó Lidia González, vecina e integrante del consorcio que se creó tras veinte años de inactividad. Explicó que en la chacra 150 “todo está deteriorado. Es muy antigua y los caños reventaron hace una semana. Los vecinos llamaron a Samsa en reiteradas oportunidades y mandan a un solo operario que no tiene la tecnología para destrancar. En los departamentos de la planta baja ya se filtró esa agua asquerosa. Es insoportable, y afuera se está convirtiendo en un río de deshechos cloacales”. Sostuvo que hay un caño maestro que se rompió en el centro de la chacra y el problema “Samsa lo tiene que resolver y pronto porque si sigue así no se que irá a pasar con nosotros. El olor no se aguanta. Además, todas las cañerías gruesas de cloacas pasan por debajo de la chacra y cuando revienta, lo hace en la parte más débil que es la zona baja” del conglomerado, que se construyó hace más de treinta años. Recordó que otras veces ya sucedió, pero “cuando los vecinos presionamos, mandó al personal con tecnología adecuada. Ahora vinieron una o dos personas que introdujeron un cañito y estamos así hace una semana. Empezó con menos cantidad, pero ahora es impresionante, las casas están inundadas. Quizás había que cambiar los caños galvanizados, porque son muy viejos y se rompen cada tanto”. Hay equipoSi bien los problemas afloran y solucionarlos es la prueba de fuego para los integrantes del recientemente conformado consorcio, Lidia González destacó el “equipazo” de trabajo que conformaron y la buena voluntad de sus integrantes. “Nos reunimos semanalmente y tenemos muy buenos profesionales dentro del mismo barrio. Queremos seguir viviendo ahí y no podemos seguir soportando situaciones como ésta”, comentó.Lejos de imitar a las publicidades que invitan a combatir al Aedes Aegypti, mosquito transmisor del dengue, y como sucede en la mayoría de los barrios construidos por el Iprodha, los tanques de agua están sin las tapas correspondientes. Por eso, en la reunión del lunes decidieron hacer un plan de limpieza de tanques de la chacra, en la que viven unos 2.500 habitantes.





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