POSADAS. Tras diez años de idas y venidas, finalmente la chacra 145, recientemente bautizada con el nombre de Itá Verá (piedras preciosas o que brillan), es parte del Programa de Regularización y Urbanización “Padre Mugica”, dependiente de la Secretaría Nacional de Acceso al Hábitat. “Estamos ante una transformación muy grande. Se están dando los proyectos en los que veníamos trabajando con los vecinos hace más de diez años. Fue una ardua lucha pero se fueron logrando cambios de ordenanzas que nos permitieron quedarnos aquí. Pero ahora estamos en un cambio porque se inició la apertura de calles para la urbanización del barrio”, manifestó Susana Pereira, vicepresidenta de la comisión vecinal, acompañada de la presidenta, Francisca Benítez, y la colaboradora, María Magdalena Machado. Mientras las máquinas intentan rellenar el predio donde se deberá trasladar a las familias que serán afectadas por el proceso, Machado insistió con la importancia del nombre que fue propuesto por estas mujeres pero que fue aprobado en una asamblea a la que asistieron alrededor de 250 vecinos. “Hace mucho estaba en el corazón de estas madres, estas mujeres, la intención de cambiar el nombre, con algo que nos identifique porque llamarse “Ex Basural” no es algo agradable. Enviamos la propuesta al Concejo Deliberante, se eligió en comisión y luego en asamblea”, dijo, y agregó que “para mí tiene que ver un poco con estas mujeres que hace diez años andan y se agrupan sea por la inseguridad, por necesidades de agua, de luz. Tiene muchos significados. Somos mujeres que a pesar de todas las circunstancias estamos brillando y salimos a luchar, a sacar alegrías, y traer paz al barrio para poder vivir mejor. También porque nuestras casas están construidas sobre piedras porque esto en sus inicios era una cantera”.Insistió con que el nombre es importante porque “nos identifica ante la sociedad. Nos sentíamos incómodos al decir la villa. Ahora mencionar al barrio es como decir por fin. Era necesario para los chicos que comienzan a buscar trabajo”.Las mujeres admitieron que la lucha será larga pero que cada vecino podrá tener su propiedad “que es lo que tanto deseamos. Seguimos luchando para que este barrio crezca, que nuestros hijos, que son la herencia, puedan vivir mejor”. Admitieron que “queremos ser un ejemplo para muchos lugares que están así, no sólo en Misiones, que vean que una villa puede salir, que de ser tan marginada como la 145, pueda llegar a ser un barrio con categorías, con gente trabajadora, humilde, honesta, con ganas de seguir luchando, peleando a la droga, a la delincuencia”.Benítez contó que el relevamiento comenzó la semana pasada pero que quedó estancado por la lluvia. El sábado se relevaron 70 familias y ayer continuaban las tareas. Consiste en asentar las necesidades básicas que tienen que ver con la salud, discapacidad, pensiones y madres de siete hijos. “Hay adolescentes que nunca se hicieron DNI y siguen con el papel rosado”, ejemplificó. De los cien barrios que están a la espera de la urbanización, fueron adjudicados tres y el Itá Verá está entre ellos. También el Prosol, uno de Corrientes y luego en Avellaneda (Buenos Aires). “Nosotros somos la prueba piloto. A los funcionarios les llamó la atención nuestra organización, la unidad y las ganas de trabajar”, acotaron.





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