POSADAS. La artista Graciela Lo Celso de Artundo nuevamente se embarca en un seminario y taller sobre mandalas, pero no sin antes expresar su notable compromiso con el bienestar, la paz interior y esa necesidad de impulsar un amplio trabajo donde aporte conocimientos a los demás.En una charla con PRIMERA EDICIÓN contó que “desde niña el arte fue mi herramienta secreta ante las dificultades de la vida y mi mundo interno fue mi paraíso privado. Mi formación académica de artista plástica hizo que siempre me dirigiese al sector de arte en todos los viajes e investigaciones que he realizado, pero la vida misma me llevó hacia los mandalas, no hace tanto tiempo. Vi la espiritualidad detrás de ellos y vi también un trabajo geométrico, nuevo para mí, ya que mis trabajos siempre fueron libres”.Hace dos años en la muestra que llevó el nombre de “Los colores del sentimiento”, demostraron que su talento va más allá de lo que se puede visualizar. Expuso en esa oportunidad el retrato del Papa Francisco, el cual luego fue donado a una escuela y la fotografía entregada en mano al mismo Papa. Indicó que “siempre quise hacer un tipo de arte que fuese un puente hacia la espiritualidad, para mí y para quienes sencillamente disfrutaran observándolo, pudiendo transmitirlo a los demás. El arte fue y será siempre profundamente sanador. A partir del conocimiento de los mandalas, sentí que era mi deber generar un puente hacia la espiritualidad, hacia el encuentro con el verdadero ser. Este es un viaje individual y a la vez universal”.Desde su visión espiritual Graciela destacó que “la expresión mediante el uso de imágenes ha sido y es una de las herramientas más utilizadas por el hombre desde el origen de la humanidad. Los seres humanos necesitan plasmar su mundo -esperanzas, temores, angustias- mediante imágenes. Un mandala es una imagen ancestral que nos influye sin que seamos conscientes de ello. Los pueblos primitivos resolvían sus conflictos existenciales atribuyéndoles un origen divino o una resolución mágica, por medio de los rituales”.A su vez destaca que “los rituales no contienen ante situaciones angustiantes y los mandalas son usados como rituales en la India, así como nosotros realizamos rituales cotidianos, alejando de esa manera a las fuerzas adversas y propiciando la llegada de efectos deseados. La tierra, el sol, la luna y los planetas, la telaraña, los cristales de nieve, las células de todos los seres vivos, círculos y más círculos. Parecería que allí donde dirigimos la atención nos encontramos con la omnipresencia de las formas circulares. Y será por eso que desde el comienzo de los tiempos, los seres humanos crean y colorean mandalas, círculos simbólicos que nos llevan a nuestra esencia, totalidad e integración. El círculo mágico de un mandala porta un misterio y un mensaje: somos vida en perpetuo movimiento”.Aseguró que el mandala genera confianza y plenitud porque manifiesta la armonía de la creación, el universo y del cosmos. De este modo destacó que siguen siendo utilizados en distintas culturas como herramientas rituales y “por eso lo transforma en algo maravilloso que sirven para que los contenidos ocultos de nuestra psique se vuelvan a conscientes y factibles de ser utilizados para nuestro camino de crecimiento”.Así aconsejó que es importante respirar conscientemente, “ya que es vital para equilibrar la química cerebral, ayudándonos a la concentración. Comenzará a sentirse más pleno, hasta que de manera natural, la respiración se irá aquietando. Es el círculo que contiene, protege y define nuestro espacio personal. Se lo llama círculo sagrado o círculo mágico. Es la conexión con nuestro centro y una periferia”.El seminario que comenzará el sábado está pensado para el desarrollo personal, por lo tanto no es necesario tener formación artística. En el primer módulo, de nueve clases, tendrán abordajes teóricos y prácticos, además de meditación en la clase.La meditación es una técnica milenaria cuyos beneficios sobre el cuerpo, la mente y el espíritu, son notables. “Las actividades creadoras son muy importantes para curar nuestra mente y nuestro espíritu”, destacó Graciela de Artundo.




Discussion about this post