POSADAS. Si bien hay datos recientes que indican que jóvenes de 11 años ya consumen alcohol, desde el Ministerio de Salud Pública de Misiones aseguran que no es la prevalencia y que el primer contacto con bebidas alcohólicas, en la mayoría de los casos, sucede a los 13 años.Así lo confirmó a PRIMERA EDICIÓN la subsecretaria de Prevención de Adicciones y Control de Drogas de dicho Ministerio, Mariela Aguirre. “Tenemos datos estadísticos de que el primer contacto con sustancias sucede a los 13 años. De igual manera, vemos en las encuestas que también hay un inicio de consumo en menores de 13, que puede ser entre 11 y 12 años. Si bien no es lo prevalente, sí es preocupante porque si esto se instala, puede traer consecuencias, no sólo para la salud, sino porque también es el inicio de una carrera adictiva”, señaló Aguirre. Un factor que preocupa cada vez más es la naturalización del consumo de alcohol: “Los chicos ven a esta como una conducta aceptable y la repiten. Si tengo que hablar de un factor de riesgo, el principal es la tolerancia y la permisividad de la sociedad para con una droga legal, pero solo desde los 18 años en adelante, porque hablamos de un púber, de alguien que no está preparado ni fisiológicamente, ni emocionalmente y donde esta sustancia puede tener consecuencias mucho más importantes”, advirtió la subsecretaria.Para evitar que el consumo se propague entre los menores de 18 años, Posadas cuenta con el Código de Nocturnidad, pero Aguirre opina que las estadísticas demuestran que dicha reglamentación no se cumple como se debería. “La normativa está, pero son los adultos quienes deben cumplimentarla. Si vemos estos datos es porque realmente hay una falla en los controles, como también en la mirada de los padres y un déficit importante en la educación. Nosotros podemos aceptar que los chicos empiecen a consumir alcohol por curiosidad, pero si el padre ve determinadas conductas y comportamientos y no hace algo al respecto, tiene que saber que lo arroja (a su hijo) a una situación de riesgo”, aseguró Aguirre. La cuestión social como disparadorSi bien no es algo generalizado y el consumo de alcohol se puede ver en todas las clases sociales, Aguirre indicó que en los barrios más carentes y humildes está mucho más presente el consumo en menores, “porque forma parte de la cultura, el niño crece en un ambiente donde ve que todos los días se consume alcohol y es algo natural y más adelante lo repite. El problema es lo que ocurre a partir del primer consumo y todo lo que sucede a través de la relación con la sustancia, porque cada vez buscan y necesitan más. Es en esa frecuencia donde empieza a instalarse la relación de dependencia”. Internet y otras adicciones Pese a que desde la Subsecretaría de Prevención de Drogas tienen como principal preocupación el consumo de drogas legales e ilegales, hay una nueva adicción que comienza a ser un foco de alarma. “Es un tipo de conducta adictiva naturalizada: las redes sociales. Las grandes exposiciones que los chicos tienen frente a la computadora y a Internet y el manejo de la información también inducen a que se desarrollen conductas adictivas con las mismas consecuencias que cualquier otro tipo de tóxico”, indicó AguirreEsta situación -según la especialista- puede derivar en el sedentarismo, en la imposibilidad de vinculación con otras amistades, grupos o de actividades y relaciones interpersonales. “Porque hay que aclarar que relacionarse a través de una computadora no es lo mismo que hacerlo en el encuentro, en la charla, donde se comparten emociones. Lleva a un mundo donde la persona se encierra, no cumple con la escuela, no rinde con sus deberes… Va en detrimento de muchas otras áreas de la vida”, advirtió. Para finalizar, Aguirre indicó que tanta información para determinadas edades no es bueno, porque “no siempre se está preparado para condensar ese caudal de información, aturde y no deja espacio para el juego, para ese encuentro con el otro en un espacio distinto, porque la salud está afuera”, insistió.





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