POSADAS. Hace exactamente una semana lo abandonaron en un cantero del centro de esta ciudad y ahora ya tiene un nombre, al menos provisorio, y toda la atención, cariño y celoso cuidado por parte del personal del Hospital Materno Neonatal. El bebé que fue noticia en plena Semana Santa se llama Santino y hoy está cumpliendo sus primeros once días de vida, de acuerdo a los cálculos de médicos y enfermeras. Está perfectamente sano y rodeado de atenciones especiales, y absolutamente preservado de cualquier intromisión externa. El mecanismo es el mismo que se activa cada vez que se da un caso de abandono de un recién nacido que queda bajo la custodia legal del personal, una responsabilidad enorme que genera un estrés muy particular en torno a esa criatura porque desata el interés de decenas de parejas interesadas en la eventual adopción y hasta de supuestos “mandaderos” de abogados “caranchos”. Por eso hay cámaras de seguridad en torno a todo el sector de “Neo” y el ingreso es estrictamente controlado por guardias. El personal -médicos, enfermeras y mucamas- tiene limitado margen para referirse a Santino y a su cotidianidad dentro del hospital, aunque sí tiene permitido contar que se encuentra en perfecto estado y que las voluntarias de “Dar a Luz” ya le proveyeron de ropita, pañales y elementos de higiene, en tanto todos se turnan para mimarlo. También se supo que la mamá de Santino tomó algunas precauciones para no ser detectada tras abandonarlo el pasado jueves en un cantero con plantas ubicado en San Martín casi Tres de Febrero. No sólo le sacó la pulserita identificatoria que les ponen a los bebés cuando nacen. También la presilla numerada que se le coloca en el ombligo. Igualmente, si nació en un centro sanitario, como se sospecha, el bebé habría sido identificado mediante el registro de sus huellas.El “santito” del viernes En “Neo” lo bautizaron Santino porque fue encontrado el Viernes Santo. Sin embargo, el nombre definitivo le será puesto por su futura familia, ya sea la biológica -en caso de que aparezca la mamá o un pariente cercano- o la que quede a cargo de la guarda provisoria hasta definir si judicialmente se habilita su estado de adoptabilidad. Por ahora, la prioridad del personal de Neonatología es resguardarlo de todos los intereses que rondan a un recién nacido abandonado. “Puede que la mamá esté pasando por una psicosis puerperal, un caso extremo de depresión post parto que tiene un desarrollo determinado. Se da la crisis, la etapa de duelo y una etapa de arrepentimiento posterior. Si la mamá está en ese proceso, seguramente necesite ayuda. También puede que aparezca una abuela, que sepa que su hija estaba esperando un bebé y que de repente no lo tiene con ella. Las situaciones en torno a un abandono son muy variables”, refirió uno de los profesionales que tiene contacto cotidiano con Santino. En busca de un hijo También deben proteger al pequeño de las ansiedades que se desatan en el entorno de las parejas que hace años están a la espera de un bebé para adoptar y que procuran un acercamiento al hospital para verlo, saber cómo es, tal vez tocarlo, con la ilusión de que sea ése el hijo que tanto esperaron. De hecho, fueron muchas las consultas que tuvieron que reencauzar en el lugar para que se dirijan a los juzgados de Familia.“Esas ansiedades son entendibles, pero no podemos permitir ningún acercamiento externo. Entonces se genera un estrés importante, porque al trabajo delicado que implica la neonatología, todos tenemos que sumarle la atención de lo que pasa afuera, la carga que pesa sobre todos y cada uno de los que estamos en este sector, porque somos los responsables legales de Santino hasta que la Justicia determine cuál será su destino”, explicó otro de los trabajadores del área. Por supuesto, también lo preservan de eventuales inescrupulosos que pueden llegar al predio mandados por abogados que se dedican a tramitar adopciones, más conocidos en el ambiente como “caranchos”, y hasta de supuestas influencias de quienes “tienen contactos más arriba” para lograr una guarda mediante privilegios. Cambios legales en la adopciónA partir de la vigencia del nuevo Código Civil, desde el 1 de agosto de este año, la resolución para que la Justicia declare el estado de adoptabilidad de un niño o adolescente tendrá un plazo de 90 días y podrán adoptar no sólo los matrimonios y las personas solas, sino que lo podrán hacer las parejas que integran uniones de hecho, al tiempo que las “guardas expuestas” o entregas directas (entre la mamá biológica y los futuros padres adoptivos) quedan definitivamente prohibidas.El nuevo código establece que la mamá que quiera dar a su bebé en adopción podrá hacerlo recién después de los 45 días de nacido, para contemplar así la etapa del puerperio y los cambios hormonales y psicológicos que la pueden llevar a un acto impulsivo. Así, buscan que la decisión de la mamá sea libre, informada y plenamente consciente. Por otra parte, al darle a los jueces el plazo de 90 días para que dicte la resolución que le da “estado de adoptabilidad” a un niño, también se busca protegerlo restituyéndole el derecho de desarrollarse en el seno de una familia con plazo bien preciso. Si bien se flexibilizan las exigencias para los padres que quieren adoptar, todos ellos deberán estar previamente inscriptos y monitoreados por el sistema de adopción.




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