POSADAS. Un hombre sufrió los efectos del veneno de una oruga en una olería de esta ciudad. Se trataría de una oruga “gatiño”, cuya picadura, si bien genera un gran dolor, no es mortal. La recomendación es concurrir al médico y que le apliquen un calmante inyectable, como silocaína al 2% o novalgina, y en la zona afectada hacer un baño con agua tibia, no colocar hielo porque eso acrecenta el dolor, según señaló a PRIMERA EDICIÓN el jefe del Programa Animales Venenosos de Salud Pública, Roberto Stetson, recalcando que generalmente se receta un antialérgico, pero eso no hace ningún efecto. No existen antídotos para ninguna de ellas. “Estos casos no son de denuncia obligatoria por parte de los médicos y por lo general nos solemos enterar de que ocurrieron por gente que nos avisa directamente o por los medios de comunicación, que se hacen eco de los casos”, agregó.“En general, la denuncia obligatoria es en el caso de picadura de víboras y lo que se hace es informar en una planilla C2 que tienen los centros de asistencia sanitaria de la provincia. Allí se indica qué patología tenía el paciente y se hace estadística, si es escorpionismo, ofidismo (mordedura de víbora) o aracnidismo (picadura de arañas), indicó Stetson, aclarando que en ninguno de los casos se determina qué tipo (género y familia) era el insecto o reptil. “Anualmente hago un registro, tomando nota de algunos casos. En Salud Pública tenemos ficha para accidentes por ofidismo y otra para otro tipo de animales. Las de ofidismo hay que mandarlas a Buenos Aires para gestionar la reposición del suero, pero las de animales venenosos, no”, indicó.El caso en la olería“Sentí una picazón muy fuerte en la espalda cuando me puse la remera. Enseguida sentí mareos, sudor y me llevaron al periférico (Caps) del Zaimán”, relató Jorge Mancuello, olero que el sábado fue picado mientras trabajaba fabricando ladrillos en el barrio El Porvenir I. Afirmó que en la zona nunca había visto un insecto similar. Se trataría de un “gatiño”, una oruga peluda color rojizo.“Todo el sábado no pude dormir del dolor. Cuando me picó, sentí como una avispa, un dolor muy fuerte, después me dolía toda la espalda. Pero gracias a Dios, con lo que me recetaron en el Caps y la atención que tuve, al otro día (por el domingo) ya estaba mejor”, agregó a este diario.Según contó su empleador, Ramón Estigarribia, el hombre se estaba bañando y apoyó la remera entre unas plantas. “Cuando se colocó la prenda, dio un alarido y fuimos a ver qué le pasaba. Vimos que le cambió el color de la cara, quedó pálido, decía que estaba mareado y lo llevamos al periférico”, indicó mostrando el ejemplar del gusano peludo que lograron capturar.En Misiones se registra gran cantidad de casos de niños y adultos que, al tomar contacto con estos insectos sufren los efectos de su veneno. No se trata de que estos gusanos -uno de los cuales es la taturana- piquen, sino que tienen pequeñas cápsulas que, al ser presionadas por un cuerpo de mayor tamaño, como el humano, inoculan el veneno como mecanismo de defensa contra sus predadores. Congreso de EntomologíaDel 19 al 22 de mayo, Posadas será sede del 9º Congreso Argentino de Entomología (Cea), organizado por el Centro de Investigaciones Entomológicas que funciona en el Parque Tecnológico Misiones (Cie-PTMI) y por la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones (FCEQyN-Unam).Las áreas temáticas a abordar son: Evolución, Genética y Sistemática, Ecología y Biodiversidad, Entomología Sanitaria, Manejo Integrado de Plagas, Entomología agrícola y forestal, Educación y Etnoentomología, Entomología Urbana, Comportamiento y Fisiología, Conservación y Biogeografía y Biotecnología. Más información en www.cae2015.unam.edu.ar o al correo [email protected]




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