BUENOS AIRES (NA). El psiquiatra Ricardo Risso, quien iba a realizar una “autopsia psicológica” del exfiscal Alberto Nisman, pidió que se deje sin efecto su designación como perito de la querella en la causa que investiga la muerte del extitular de la Unidad Especial Amia.“No están dadas las condiciones para realizar ahora una ‘autopsia psicológica’, toda vez que las personas por entrevistar se hallan en plena actividad agonística o declarando o sospechados, etcétera”, señaló el profesional en su escrito de renuncia, que fue presentado el pasado lunes, pero trascendió una semana después.Asimismo añadió: “Hasta que se defina mejor su situación dentro del proceso de instrucción, la información que pueden aportar no ofrecerá el margen de confiabilidad necesario”.En la presentación, Risso afirmó que “de hecho, las recomendaciones de expertos sugieren no hacer estas investigaciones antes de los dos a seis meses de la muerte, ni después del año y medio, para evitar infidelidad de recuerdos, ya sea por el estado de duelo como por el tiempo transcurrido”, publicó el diario Clarín.“A eso hay que agregar aquí las movilizaciones emocionales propias de la instrucción penal”, indicó el reconocido psiquiatra que iba a formar parte del equipo de peritos de la exesposa de Nisman, Sandra Arroyo Salgado.Actualmente, la jueza federal de San Isidro está asistida por los expertos forenses Osvaldo Raffo y Julio Ravioli, el criminólogo Daniel Salcedo y el especialista en informática forense Gustavo Presman.“El tipo de peritación para el que he sido propuesto puede ofrecer perfiles probabilísticos y, según los demás resultados, puede incluso no ser necesario”, explicó Risso en su pedido para que se desestime su designación como perito de la querella.Sin embargo, el psiquiatra concluyó su presentación dejando la puerta abierta para asesora a Arroyo Salgado ofreciendo sus servicios “en el momento oportuno”.Diferencias en los peritajes La causa por la muerte de Alberto Nisman ingresaría, en lo referente a la pesquisa en sí, en un compás de espera hasta el próximo 30 de marzo, cuando comience a deliberar la junta médica que deberá dirimir las diferencias entre los peritos oficiales, de la querella y de la defensa y, sobre todo, fijar la hora del deceso del titular de la UFI-Amia.Según está previsto, la junta médica empezará a trabajar ese día para elevar a la fiscal Viviana Fein un informe que le permita resolver los puntos oscuros que se abrieron en la causa.Por lo pronto, en esa pericia no estará Enrique Prueger, el criminalista que había sido designado como “perito oficial” para investigar la muerte del fiscal Nisman y que el viernes pasado fue apartado por orden de la jueza Fabiana Palmaghini a raíz de un pedido de la querella.Prueger habló con la prensa: dijo que tiene “título habilitante” para intervenir y ratificó que su hipótesis de trabajo es la de un “suicidio”.“La querella es inexplicable”El abogado Maximiliano Rusconi, defensor del técnico informático Diego Lagomarsino en la causa en que se investiga la muerte de Alberto Nisman, cuestionó a la querella, encabezada por la exesposa del fiscal, Sandra Arroyo Salgado, a la que acusó de tener “un comportamiento inexplicable” y afirmó que él nunca impidió la hipótesis de asesinato.“El comportamiento de la querella en la causa es inexplicable. No soy ingenuo. Sabía que iba a ser un diálogo difícil. Creía que teníamos el objetivo común de buscar la verdad. Pero hay ciertas contradicciones en el rol de la querella”, sostuvo el letrado.En declaraciones al portal Infobae, señaló que “cuando fue el momento de exponer los resultados de su informe técnico”, la jueza federal de San Isidro “dijo que claramente estábamos frente a un magnicidio, pero que “después se presentó a dar una declaración testimonial donde introdujo, de modo lavado y sutil, cierta cuestión económica”.





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