POSADAS. Una cabo primero del Servicio Penitenciario Provincial denunció a uno de sus superiores ante la Policía por acoso sexual y aseguró que ese oficial agilizó su traslado de la dependencia donde trabajaba debido a que no accedió a los supuestos oscuros pedidos.“Estoy cansada de todo esto y voy a seguir adelante con la denuncia, cueste lo que cueste, porque sé que hay otras compañeras que no se animan a denunciar para no ser trasladadas o perder su trabajo”, le aseguró a PRIMERA EDICIÓN Elizabeth (30), quien prefirió reservar su apellido.Según la denuncia que la suboficial radicó en la Unidad Regional I de Posadas, todo sucedió en el Anexo de la Unidad Penal VI, que funciona en el predio de la comisaría seccional Tercera de Posadas, sobre la avenida Uruguay. En ese lugar trabajaba Elizabeth y también el oficial al que acusa.Al parecer, todo comenzó hace cuatro o cinco meses, cuando el acusado llegó a trabajar al lugar. Ya en principio el oficial se habría reunido con la denunciante para informarle sobre la nueva modalidad de trabajo. “Dijo claramente que cada vez que un familiar le traiga comida a los internos o con la intención de visitarlos, yo o la guardia debíamos pedirles a cambio un kilogramo de helado o una docena de facturas para él”, relató la mujer.Sin embargo, ese pedido de “dádivas” a los allegados de los presos, que también configuraría un delito grave, no fue lo peor de la historia. Siempre según la denuncia, ante la negativa de la suboficial a cumplir con esa solicitud, el oficial comenzó a perseguirla y molestarla en el trabajo, llamándole la atención constantemente. Hasta que en una oportunidad le exigió la práctica de sexo oral con el argumento de que su escalafón era superior.La denunciante aseguró ante la Policía que después de ese episodio salió de la oficina del oficial e intentó mantener el contacto con su superior al mínimo posible.La relación laboral no volvió a ser la misma y Elizabeth cuenta que por testimonios de los propios detenidos en el Anexo se enteró que iba a ser trasladada: “Cuando salga de licencia la voy a trasladar, ya que no accede a lo que le pido”, habría dicho su superior, en declaraciones que -aseguró la denunciante a la Policía- habrían tenido como testigos a tres internos.Ante el temor a ser trasladada de manera injusta, Elizabeth le contó a este diario que decidió no salir de licencia en enero pasado, tal como tenía previsto. De todas maneras, finalmente fue enviada a la Unidad Penal VI, la Alcaidía de Mujeres, donde cumple servicios.“Un traslado se da cuando uno tiene una falta grave, pero yo no hice nada e igualmente me trasladaron a modo de castigo”, dijo la suboficial, quien radicó la denuncia durante la última semana.Elizabeth también aseguró haberse entrevistado con Julio Lenzken, subsecretario de Seguridad de la provincia, para plantearle la cuestión. “Me dijo que aún no recibió las actuaciones y que se iba a investigar. Fui con uno y con otro, pero hasta el momento no tengo una solución”, se lamentó la mujer.La historia no acabó ahí, ya que en las últimas horas la subalterna aseguró haber recibido mensajes de texto en su teléfono celular a los que consideró amenazas en relación a la denuncia radicada en contra de su superior. “Les respondí que, de Dios para abajo, no le tengo miedo a nada ni a nadie. Voy a continuar hasta las últimas consecuencias”, finalizó Elizabeth. Investigación internaAnte la denuncia, PRIMERA EDICIÓN se comunicó con el Alcaide General Miguel Ángel Maidana, jefe del SPP, quien aseguró que se lleva adelante una investigación interna al respecto.“Se ordenó un sumario administrativo que va de la mano con las actuaciones judiciales. La denunciante tiene el derecho de radicar una denuncia y nosotros la obligación de investigar la misma”, dijo el funcionario a cargo de la fuerza.Por otra parte, Elizabeth contó que en las próximas horas regresaría a sede policial para ampliar su denuncia en razón de los mensajes de texto que recibió en las últimas horas y que acompañan este artículo.





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