En estos días celebramos el 400 aniversario de la fundación de Anunciación de Itapuá. La ocasión invita, porque merece canto también, el recordar el 200 aniversario del nacimiento del coronel Isidoro Fernández Reguera, cuyo nombre en las calles de la Bajada Vieja es ícono de otro hito de la historia, cuando este sitio que es hoy Posadas quedó en dominio de la Argentina.Isidoro nació en San Roque, provincia de Corrientes, el 15 de marzo de 1815, junto con su hermano mellizo que lo superó en fama, el coronel Raimundo Fernández Reguera. Militaron en las milicias provinciales cuando los gobiernos correntinos oscilaban entre luchar en contra o a favor de Urquiza. Tiempos fueron en que no había miliciano que se eximiera de pelear “caballú ari” contra una u otra de las facciones políticas en pugna, especialmente liberales y federales.Isidoro Reguera, con más de cincuenta años de edad, se encontraba dedicado a la producción ganadera en sus pagos de San Roque, retirado de las armas, cuando el 13 de abril de 1865 se produjo en Corrientes la invasión del ejército paraguayo, y tras cartón se desencadenó la guerra del Paraguay.El gobernador correntino Manuel Ignacio Lagraña, afiliado al partido liberal de Mitre, “mandó pata” hacia el interior, refugiándose en San Roque donde no había tantos vecinos paraguayistas como en Corrientes y allí comenzó a formar una fuerza de milicianos. Contó con los coroneles Isidoro Reguera y Simeón Paiva, ambos retirados de la milicia pero aún con mucho predicamento caudillesco en las regiones de San Roque y de Curuzú Cuatiá respectivamente.No había otra fuerza en Corrientes que pudiera alinearse contra la invasión paraguaya. La mayoría de la población en la capital simpatizaba más con Urquiza, expresidente de la Confederación Argentina, que con el flamante Gobierno nacional del general Mitre. En un par de meses, los coroneles Reguera y Paiva reunieron cada uno algo más de mil hombres, dispuestos a seguirlos y también a desertar si la cosa pintara fea. Nada de esto había llegado a San Roque cuando el coronel Paiva informó que por la margen izquierda del río Uruguay, bajaba una columna paraguaya al mando del sargento mayor Pedro Duarte.Las improvisadas fuerzas correntinas recibieron la orden superior del general Juan Madariaga de salir a interceptar el avance paraguayo, que ya pasaba Santo Tomé. Salió Reguera al mando de 300 jinetes que apenas pudieron escaramucear con las partidas avanzadas de la vanguardia paraguaya en el paso del Aguapey, hoy Alvear. Imposible frenar a la fuerza invasora que continuó su avance pasando La Cruz y Yapeyú. Duarte debía cruzar el Uruguay para reunirse con el grueso del ejército paraguayo que había avanzado por la banda izquierda del río, al mando del coronel Estigarribia. Llegando al arroyo Yatay se toparon el 17 de agosto de 1865 con la División de Vanguardia de la Triple Alianza que llegaba comandada por el general Venancio Flores, con varios miles de efectivos entre orientales, italianos, brasileros y correntinos.En la otra banda del Uruguay el coronel Estigarribia había quedado rodeado en Uruguayana por fuerzas argentinas e imperiales, sin posibilidades de escape.Avanzar por el camino del Uruguay El general Venancio Flores, antes de cruzar al sitio de Uruguayana, ordenó al segundo jefe oriental general Enrique Castro que al mando de una columna de 900 efectivos orientales avanzara por el camino del Uruguay recorriendo en inverso sentido el trayecto que había seguido la columna invasora del sargento mayor Pedro Duarte.Como baqueanos fueron incorporados en la vanguardia de esta columna del general Enrique Castro los trescientos milicianos correntinos al mando del coronel Isidoro Reguera. También acompañaba esta vanguardia el regimiento escolta uruguayo de cincuenta hombres al mando del mayor Nicomedes Castro, sobrino del general.Encabezando la columna de observación Reguera avanzó hasta Playadito, donde sorprendieron una guardia paraguaya, hubo un tiroteo y siguieron hasta San Carlos, donde la guarnición paraguaya allí existente, de doscientas plazas, resistió un tanto para luego, al comprobar su inferioridad numérica, replegarse hacia el Paraná, dejando veinte muertos.Y eso fue todo lo que hubo, porque más adelante las guarniciones de Santo Tomás y de Trincheras, suficientemente alertadas por los fugados de San Carlos, se apuraron a cruzar el Paraná llevando a la otra banda todos los animales que pudieron arrear, inclusive llevaron hasta la última canoa del puerto del Brete. Al llegar Isidoro Reguera y Nicomedes Castro a Trincheras encontraron con quien combatir.El general Enrique Castro se estacionó en Santo Tomás con el cuerpo principal de la división y despachó a Reguera con sus correntinos a la tranquera de Loreto (hoy Ituzaingó) y a Castro a Ombú y a otro oficial a Candelaria donde las guarniciones paraguayas anticipadamente se retiraron a la otra banda.Luego el general Castro decidió marchar con su columna bajando por la costa del Paraná a reunirse con su jefe el general Venancio Flores que ya iniciaba las operaciones en territorio paraguayo.En Trincheras no queda nadieAl coronel Isidoro Reguera con sus correntinos lo dejó encargado de la custodia de la costa del Paraná. No había nada que hacer porque después de la rendición de Uruguayana y la retirada de las fuerzas paraguayas de Corrientes, el mariscal Francisco Solano López sólo tenía la opción de defender su propio suelo. En Trincheras no queda nadie hasta que el año siguiente -1866- el ejército imperial de paso dejó en custodia del punto al brigadier José Gomes Portinho…………El coronel Isidoro Reguera pasó a la historia como el único militar argentino que al mando de sus paisanos correntinos participó en octubre de 1865 del contraataque de la Triple Alianza que dio por resultado la posesión de Trincheras. Alejandro Larguía Historiador, Ingeniero • Vicepresidente de la Agrupación Flor del Desierto. • Adhiere a los 400 años de la fundación de Posadas. Nacido y educado en la ciudad de Buenos Aires el ingeniero agrónomo Alejandro Larguía se radicó en Misiones a los 25 años de edad. A cargo del Departamento Forestal de la Estación Experimental del Inta residió los primeros años en la ciudad de Leandro N. Alem.En el ejercicio de su prof
esión, que de la función pública se extendió a la actividad privada, pudo conocer y estudiar en detalle la amplia región misionera. Esto incluyó los espacios de la provincia de Corrientes, el Estado de Río Grande do Sul (Brasil), la República Oriental del Uruguay y el sur del Paraguay.





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