COMANDANTE ANDRESITO. Situado a unos 30 kilómetros de la zona urbana de este municipio, el paraje María Soledad nace a la vera de la ruta nacional 101 y se extiende hacia dentro, donde viven entre 200 y 300 familias. Sus habitantes reclaman la atención del Estado y el cumplimiento de las promesas realizadas por el intendente local Bruno Beck durante la campaña que lo posicionó en su segundo mandato al frente de la comuna.“Todos lo votamos en el 2011, pero nos engañó, nos prometió un pozo perforado, un salón de usos múltiples, una enfermera permanente, una ambulancia para los traslados y no cumplió absolutamente nada. Nos sacó el voto y nunca más vino”, expresó “Gurí” González, uno de los más antiguos moradores, resumiendo el malestar de la picada que junto a la ruta dispone de una escuela y de un pequeño barrio.Promesas vanas “Llevo trece años viviendo acá y siempre reclamamos la provisión de agua. Tengo cinco hijos que van a la escuela y necesitamos el agua sí o sí, no sólo para lavar la ropa sino también para tomar. En mi familia estamos comprando agua de una empresa porque no tenemos otra opción. En la última campaña, el intendente Beck hizo una reunión acá, en el patio de la escuela y nos prometió un pozo perforado. Nos dijo que si lo ayudábamos a entrar él traía el pozo. Lo votamos, entró, y el pozo no vino, él tampoco, nunca más”, relató Lourdes a PRIMERA EDICIÓN.“Nunca estuvimos tan mal”, agregó Adán Medeiro, que vive en el paraje desde el año 1973. “Lo único que hacen ahora es venir cada cuatro años a sobarnos el lomo y nada más, ya nos cansamos. Mejor que en esta campaña no aparezcan”.González retomó la palabra y recordó que “a nuestra escuela vienen 80, 85 alumnos y no tenemos ni siquiera señal de teléfono, si le pasa algo a algún gurí no hay cómo avisar. Nosotros fuimos engañados por Beck, nos prometió el pozo de agua que es tan necesario y no vino, tenemos todos los papeles aprobados para un salón comunitario pero tampoco se hizo nada. Hace cuatro años en la reunión que hizo el intendente en la escuela le presentamos las firmas pidiendo una enfermera y él nos aseguró que si era intendente otra vez iba a cumplir con nuestros pedidos. Se llevó más de 600 votos de acá y nunca más vino. Hace cuatro años que nadie viene a María Soledad para ver qué es lo que necesitamos”.Necesidades urgentesMiembros de más de 45 familias se juntaron en el patio de la casa de González para manifestar su malhumor por las falsas promesas del alcalde y para tratar de alguna manera que en la provincia se enteren de su desesperada situación y la resuelvan. “Nos juntamos para tratar de avanzar, así es muy difícil seguir”, expresó Norberto Sosa. “No tenemos ni camino, sólo se acuerdan de nosotros en época de elecciones, no hay una enfermera, no hay una ambulancia y ni siquiera tenemos señal de teléfono, si ocurre alguna emergencia no tenemos como pedir auxilio”, acotó, y para finalizar agregó “si alguien se lastima no hay otra solución que buscar a algún vecino que tenga móvil y salir corriendo hasta el hospital que está a 30 kilómetros y, a veces, ese tiempo es vital”.Elsa Fátima Bas vive en María Soledad desde hace más de quince años y conoce de punta a punta las necesidades de su paraje. En determinado momento de la reunión pidió la palabra y clamó: “No habló sólo por mí, necesitamos urgente una enfermera porque hace cuatro años que pedimos por ella. La salita la hicimos nosotros, los vecinos, somos muchas familias y tenemos sólo atención médica una vez por semana, por eso pedimos una enfermera permanente. Acá si un chico se lastima hay que ir hasta Andresito, si una criatura levanta fiebre hay que ir hasta Andresito, si una embarazada tiene problemas hay que ir hasta Andresito. La semana pasada sufrí un pre infarto y no tenía cómo pedir ambulancia. Mi marido salió a correr atrás de un vecino para que me lleve a Andresito y son 30 kilómetros”.“Estamos cansados, vienen cada cuatro años y nos dan palmaditas en la espalda, nos hacen promesas que no cumplen y nos dan un beso. Con un beso no arreglamos nuestros problemas, ya estamos cansados, si tenemos que movilizarnos e ir a la Municipalidad, a Posadas o cortar la ruta lo vamos a hacer porque ya es imposible vivir así, ¿Qué esperan, que alguien muera?”, finalizó enojada la mujer.“Hace como dos años pagué 300 pesos para que arreglen la alcantarilla y no lo hacen”, denunció Jair, quien en nombre de los vecinos se acercó a la Municipalidad para solicitar que hagan un zanjeo en las alcantarillas porque cuando llueve se inunda todo y le pidieron 300 pesos a cambio (para el combustible) él pagó y desde entonces nadie vino. “No sólo no trabajan sino que, además, nos ´comen´ la plata”, sentenció. “Que vengan a resolver”“Si hay alguna autoridad que se ponga los pantalones y venga”, dijo Carlos García y agregó otros reclamos que resumen la situación del paraje. “Otro de los graves problemas que tenemos es el suministro eléctrico. Quedamos todas las semanas dos o tres días sin luz, y para llamar a EMSA tenemos que caminar kilómetros porque no hay señal e igual no nos dan artículo. La escuela es un desastre, tiene más de 80 alumnos y estamos peleando para que traigan un portero y no lo hacen. También pedimos a EMSA que arregle ese pilar donde los cables están al aire libre y que puede electrocutar a algún chico, pero no vinieron, no les interesa”. La salita funciona una vez por semana, no hay enfermera, no hay ambulancia, “no tenemos caminos ni agua y todos pagamos nuestros impuestos. Yo me pregunto ¿Qué hacen con la plata? Si hay alguna autoridad que se ponga los pantalones y venga a resolver, si no tendremos que ir nosotros”.





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