CIUDAD DEL VATICANO, Santa Sede (Agencias y diarios digitales). El papa Francisco amplió los territorios con representación en el colegio cardenalicio con la creación de 20 nuevos cardenales.“Que el pueblo de Dios vea siempre en nosotros la firme denuncia de la injusticia y el servicio alegre de la verdad”, instó el papa Francisco a los 20 nuevos cardenales, durante la ceremonia solemne ayer en la basílica de San Pedro en el Vaticano.El pontífice, con estos nuevos purpurados, amplió los territorios con representación en el colegio cardenalicio.El papa argentino incorporó al cardenalato a nuevos representantes de Latinoamérica: el mexicano Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia; el panameño de origen español José Luis Lacunza Maestrojuán, arzobispo de David, y Daniel Fernando Sturla Berhouet, arzobispo de Montevideo (Uruguay), precisó la agencia Efe.Además, creó cardenal al arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez.Tal como ocurrió hace un año, durante la ceremonia de investidura de los primeros purpurados del pontificado de su sucesor, Benedicto XVI asistió en la primera fila, recuerda la AFP.A todos ellos impuso el capelo y la birreta cardenalicios y entregó el anillo que les distingue como cardenales, también conocidos como “príncipes de la Iglesia”.Obispos humildes y sencillosCasi todos los escogidos son obispos humildes y sencillos, que han dedicado su vida a los migrantes, a los pobres, o trabajado en ciudades azotadas por la violencia, la pobreza y los conflictos.El pontífice se dirigió a ellos en una homilía en la que les instó a adoptar un “fuerte sentido de la Justicia”, citó Efe.Les dijo que deben practicar la caridad y “amar sin límites” con “fidelidad a las situaciones particulares”.El pontífice explicó que quien asume esa distinción debe tener “un fuerte sentido de la Justicia, de modo que no acepte ninguna injusticia”, poco antes de proceder al acto formal de creación de los cardenales.La agencia AFP subrayó que casi todos los escogidos son obispos humildes y sencillos, que han dedicado su vida a los migrantes, a los pobres, o trabajado en ciudades azotadas por la violencia, la pobreza y los conflictos.El papa argentino les dijo antes de imponerles el capelo y la birreta y darles el anillo que la “caridad” tiene que ser la pauta de su trabajo.Es una responsabilidadLos obispos de Tonga, Birmania, Cabo Verde, Adís Abeba (Etiopía), Bangkok (Tailandia), Hanoi (Vietnam), de la isla italiana de Lampedusa , de Morelia (México) y David (Panamá), se convierten así en ejes de la Iglesia “pobre y para los pobres”, como desea el papa.El líder de la Iglesia Católica ignoró a los obispos de grandes archidiócesis europeas como Venecia y Turín, que suelen contar con cardenales por tradición, y escogió prelados de regiones olvidadas, como el italiano Francesco Montenegro, de Agrigento, en Sicilia, testigo del dolor de los cientos de migrantes que arriesgan la vida en el Mediterráneo al intentar entrar a Italia.Jorge Bergoglio aseguró que la caridad significa ser magnánimo y benevolente y dijo: “La magnanimidad es, en cierto sentido, sinónimo de catolicidad, es saber amar sin límites, pero al mismo tiempo con fidelidad a las situaciones particulares y con gestos concretos”.Pese a la solemnidad del acto y del lugar, Francisco recordó a los nuevos purpurados que “el cardenalato no es una distinción honorífica ni un accesorio o condecoración sino un punto de apoyo y un eje para la vida de la comunidad”.En su sermón del Consistorio, ante más de cinco mil personas congregadas en la Basílica de San Pedro del Vaticano, Francisco sostuvo que “el cardenal debe ser un perno, un resistente punto de apoyo y un eje esencial para la vida de la comunidad”, destacó la agencia Notimex.La constitución del colegio cardenalicioDe los nuevos cardenales solo dos son italianos, aunque Italia sigue siendo el país más representado en el Colegio cardenalicio, y también los hay que proceden de países que hasta ahora no los tenían, como Etiopía, Vietnam, Nueva Zelanda, Birmania, Tonga o Cabo Verde, entre otros.Con estos nombramientos, el colegio cardenalicio quedará formado en total por 227 miembros, de los cuales 125 serán electores al ser menores de 80 años, requisito para participar en el Cónclave que elige a un nuevo pontífice; los no electores tienen voz pero no pueden votar, aunque pueden ser elegidos.Por países en Europa, después de Italia -que tiene ahora en total 51 cardenales (de ellos 26 electores)- está España, que pasa a tener 11 cardenales, cinco de ellos electores; le siguen los 10 alemanes (cuatro electores) y los 10 de Francia, que tendrá en adelante cinco electores.En América el país con más cardenales es Estados Unidos, con 18 (11 electores), seguido de los 10 de Brasil (cuatro electores), los cinco de México (tres electores) y los cuatro que, respectivamente, tienen Argentina (dos electores), Colombia (un elector) y Canadá (todos ellos electores).En el continente americano tienen representación en el colegio cardenalicio además Nicaragua, Honduras, Cuba, República Dominicana, Haití, Panamá, Santa Lucía, Chile, Venezuela, Perú, Uruguay, Bolivia y Ecuador.En África tienen cardenales Nigeria, Mozambique, Costa de Marfil, Ghana, Tanzania, Sudáfrica, Sudán, Senegal, Kenia, Egipto, Guinea, República Democrática del Congo, Burkina Faso, Cabo Verde, Camerún, Uganda y Angola.Los cardenales asiáticos proceden de India, Filipinas, China, Líbano, Corea del Sur, Vietnam, Tailandia, Sri Lanka, Myanmar e Indonesia y, por Oceanía, están los de Australia, Nueva Zelanda y Tonga.A la ceremonia, que duró unas dos horas, asistieron unos 160 purpurados y delegaciones de todo el mundo, entre ellas de Panamá, presidida por el presidente Juan Carlos Varela, de Tonga, con su rey, Tupu VI, y España, con varios ministros.





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