CANDELARIA. Vecinos del barrio Del Lago, ubicado a orillas del arroyo Garupá, aseguraron que no son tenidos en cuenta por el municipio de la antigua capital provincial porque “acá no encuentran potenciales votantes”.En el último temporal de viento y lluvia, esa zona se vio particularmente afectada. La ausencia de infraestructura hizo que casas y predios quedaran anegadas por las precipitaciones fluviales.Voladura de techos, canaletas saturadas, postes y árboles caídos, calles intransitables conformaron un panorama desolador para los vecinos del lugar, que aseguran sentirse abandonados por las autoridades municipales.Esta situación se agrava en particular por los problemas con el tendido de electricidad, que colapsa en un abrir y cerrar de ojos, según comentados a PRIMERA EDICIÓN.Tras la reunión del viernes en la sede céntrica de Emsa, los pobladores recobraron la esperanza de que al menos parte de los inconvenientes desaparezcan.La situación se complica si a la ausencia de inversión en infraestructura se suma la aparición de los delincuentes de siempre que, “entre los males y los desmanes…sacan provecho de la ocasión”, como entona el conocido cantautor Víctor Heredia.





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