EL SOBERBIO. Los investigadores indagan sobre la hipótesis de un eventual apoyo local a la banda brasileña que el lunes asaltó la sucursal del banco Macro, mató a un policía, hirió a un gendarme y escapó con una suma estimada en 1.600.000 pesos.Para la Policía no es casualidad que los asaltantes manejaran en detalle las características edilicias de la entidad, cuántos policías custodiaban el lugar, las posibles vías de escape a Brasil y, sobre todo, la información de que el banco tenía mucho dinero en efectivo ese día porque se abonaban beneficios sociales y a productores tabacaleros.En un principio, fueron al menos siete los hombres que el lunes, minutos después de las 8, irrumpieron en la sucursal ubicada en la avenida San Martín 562, casi calle Rivadavia, cuando había unos treinta clientes en el interior.Uno de los malvivientes, incluso, subió hasta el techo del edificio y desde allí disparó contra una patrulla de Gendarmería Nacional que acudió en apoyo.Fuentes extraoficiales dijeron que los maleantes huyeron con 1.600.000 pesos en una camioneta marca Kia que luego fue localizada a la vera del río Uruguay, a la altura del paraje Sarandí, en jurisdicción de El Soberbio.Allí, los fugitivos se toparon con una patrulla del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) que les pisaba los talones por tierra.Entonces se produjo una feroz balacera que no impidió que los asaltantes atravesaran el Uruguay y llegaran a la costa brasileña, auxiliados aparentemente por una embarcación que los esperaba en el río.En ese preciso momento, el helicóptero de la Policía de Misiones sobrevolaba la zona y pudo alertar del lugar del enfrentamiento a la Policía Militar de Brasil, que a unos diez kilómetros de la zona logró dar con cuatro de los prófugos.Al parecer, en territorio brasileño, un coche marca Honda Civic, con patente de Porto Alegre, aguardaba a los asaltantes. En él se dieron a la fuga.El vehículo, según informaciones del vecino país, sufrió una falla mecánica y dejó a sus ocupantes a pie, lo que facilitó la tarea de los policías brasileños.En el interior del auto se encontraron armas largas, pasamontañas y lo que resultó más relevante para la investigación: la pistola nueve milímetros, marca High Power, perteneciente al subcomisario José Espinoza, jefe de la comisaría de El Soberbio, reducido y desarmado el día en que sucedió el violento atraco.Una fuente cercana a la investigación indicó que los asaltantes tenían señalizados los puntos de la geografía misionera por donde podían evadirse. De hecho, una lancha los aguardaba a la vera del río Uruguay cuando se tirotearon con los efectivos del Grupo de Operaciones Especiales.La causa, al menos por el momento, se encuentra a cargo de la jueza obereña Alba Kunzmann de Gauchat, quien subroga el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente.Ella deberá iniciar las gestiones para lograr la extradición de estos cuatro detenidos y de los que, eventualmente, sean aprehendidos en Brasil por el asalto al banco Macro.Mientras, la Justicia brasileña labra sus propias actuaciones por el arresto de los cuatro sospechosos, que ya fueron sometidos a las pruebas balísticas para determinar quiénes fueron los que abrieron fuego. Se acusan mutuamenteCuatro sospechosos, todos de nacionalidad brasileña, están alojados en la delegación de la Policía Militar en la localidad de Santo Angelo.Fueron detenidos el lunes en el municipio de Tiradentes do Sul, poco después de escapar a puro plomo de la Policía de Misiones.Fuentes de la pesquisa indicaron que al menos dos de ellos tienen antecedentes por homicidio en Brasil.De alguna manera, esa información viene a confirmar la crueldad y el desapego por la vida con que actuaron.Al parecer, en la delegación policial los sospechosos se habrían acusado mutuamente por el asesinato del policía Roberto Ballesteros. Los detectives creen que hay tres prófugos y que entre ellos se encontraría un hombre vinculado al mundo del narcotráfico, conocido en el ambiente como “el rey de la cocaína”.





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