ROSARIO. Un joven de 23 años murió en un hospital de esta ciudad, luego de ingresar con un disparo en la cabeza que aparentemente él mismo se efectuó cuando jugaba a la “ruleta rusa” en el dormitorio de su casa, informaron fuentes policiales. El episodio se registró el domingo a la noche alrededor de las 23.30 en un inmueble ubicado en el Pasaje Cerrillos al 3.900 y Bulevar Seguí, de la zona oeste de Rosario. Según el testimonio de una hermana de la víctima, Pablo Martínez estaba en su habitación jugando a la “ruleta rusa” con un arma calibre 22 milímetros cuándo se efectuó el disparo. El muchacho fue traslado al hospital Carrasco donde ingresó alrededor de las 0.30 de ayer, gravemente herido, con un impacto de bala en la sien y murió dos horas después, añadieron los informantes. El caso es investigado por personal de la comisaría Decimonovena de dicha localidad y la Unidad Fiscal de Delitos Flagrantes de turno en Rosario. La ruleta rusa es un juego potencialmente letal y clandestino creado en el país por el cual lleva ese nombre. Se juega generalmente entre dos personas, y su objetivo es sobrevivir y quedarse con el dinero o la especie de valor a jugar. Uno de los jugadores toma un revólver (puede ser de 5 o 6 balas) y abre el tambor. En él pone de una a tres balas dependiendo de la cantidad de dinero apostado. Luego gira el tambor al azar, cerrándolo rápidamente de modo que ninguno de los jugadores pueda ver en qué recámara se encuentran las balas. Por turnos los jugadores colocan la boca del cañón sobre su sien y aprietan el gatillo sin mover el arma. Si ninguna bala es disparada, el jugador continúa en el juego y el revólver pasa a su compañero. Así hasta que a uno de ellos le toque la bala y muera.





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