TOKIO, Japón (AFP-NA). Al supeditar la vida del segundo rehén japonés a la liberación de una iraquí condenada por terrorismo en Jordania, el grupo Estado Islámico (EI) ha desplazado a Amán el centro de la negociación, poniendo a la diplomacia japonesa en una situación delicada, según los analistas.En un nuevo video difundido este martes, los yihadistas amenazaron con matar al periodista japonés Kenji Goto y al piloto jordano Maaz al Kasasbeh, si Jordania no libera en las próximas 24 horas a Sajida al Rishawi, una iraquí implicada en una ola de atentados suicidas reivindicados por la rama iraquí de Al Qaeda.El EI ya había exigido el sábado la puesta en libertad de su “hermana” al Rishawi, tras anunciar la decapitación de un primer rehén japonés, Haruna Yukawa, al que capturó en agosto, en un video que iba “claramente dirigido a trastocar al Gobierno japonés”, según el profesor Koichi Oizumi de la Universidad central de Aomori, citado por la agencia Jiji.“Habíamos pedido ayuda a Jordania para salvar cuanto antes a [Kenji] Goto (…), nuestra postura no cambió”, indicó el portavoz del Gobierno japonés, Yoshihide Suga.





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