GARUPÁ. Una ciudad convulsionada. Otra víctima más de la furia de la naturaleza. Los vecinos de Garupá se levantaron, pasadas las cuatro de la mañana, y se vieron víctimas de un temporal que arrasó con techos y provocó la caída de una gran cantidad de árboles. La consecuencia: destrozos varios y el corte del suministro eléctrico. Después del susto y ni bien el tiempo les dio algo de tregua, cientos de vecinos salieron a las calles a reparar un poco el desastre que dejó el paso de la tormenta. Con machetes en mano, bolsas y provistos de botas, salieron a ocuparse del problema. “Esto es algo que nunca vimos. Cuando comenzó la tormenta se escuchaban ruidos que no habíamos oído nunca. Inmediatamente supimos que iba a ser malo”, declaró Roberto a PRIMERA EDICIÓN, un vecino que salió con su propio auto a auxiliar.El panorama era desolador. El cielo gris, las nubes siempre amenazantes y caminos de árboles volcados como consecuencia de los fuertes vientos que acompañaron el temporal. Los mismos que hicieron volar el techo de un minimercado llamado “Todo Pollo”, de la familia Barbar. Fue durante la madrugada que se desprendieron partes de las chapas y dejaron al descubierto el depósito. “Por suerte no perdimos muchas cosas”, dijo la dueña mientras era testigo de cómo reparaban con plástico el techo de su negocio. “Estamos sin luz desde la tres de la mañana, llamamos para que vengan a arreglar pero el problema es en toda la ciudad. Tendremos que armarnos de paciencia y esperar”. “Cosas así veíamos en películas”Luis Ripoll, intendente local, fue uno de los encargados de organizar los operativos de limpieza y distribución de chapas, el principal pedido de los vecinos afectados. “Todo aquel que las necesitaba se vino a anotar con la Policía, porque de lo contrario, cuando aparece el camión todos piden. Entonces, dimos prioridad a la gente que se anotó”, indicó Ripoll. Agregó que “estamos en una situación complicada pero gracias a Dios no tenemos que lamentar víctimas fatales, sólo materiales, que se puede reparar y cambiar. Esperamos que el tiempo acompañe”.Por la situación apremiante, pidió la colaboración de la comunidad toda, “principalmente necesitamos ropa seca para todas las edades, ropa de cama, interior, todo sirve. También mercadería, porque aquellos que perdieron el techo necesitan muchas cosas”, señaló. Mientras, las familias damnificadas esperan una solución en el horizonte. “Aún no pasó lo peor”Favio Cabello, meteorólogo y director de la Oficina para la Prevención de Desastres Naturales (Opad), advirtió que “aún no pasó lo peor” y que esta clase de fenómenos pueden esperarse, con mejoras temporarias, hasta el primero de enero del 2015. A su vez, señaló que desde la Opad continúan con una advertencia amarilla, que “quizás pueda pasar a naranja por la posibilidad de este tipo de fenómenos”. Las tormentas van a seguir afectando a la provincia -según el profesional-; se esperan más lluvias y tormentas similares a las que hemos tenido en la madrugada de ayer para los días domingo, lunes, martes, miércoles y jueves inclusive de la semana entrante. “Hay que tomar precauciones”, indicó Cabello y agregó que “habrá tormentas intensas, ráfagas de vientos fuertes y mucha agua en poco tiempo con ocasional caída de granizo. Por estas condiciones es que la Opad se mantiene con el alerta amarillo”.El pasado 7 de noviembre, día del tornado en San Vicente, el profesional ya había advertido que los misioneros “tenemos que acostumbrarnos a estos fenómenos”.




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