POSADAS. La Comisión Provincial que hace el seguimiento del funcionamiento y establece las tarifas del sistema integrado de transporte metropolitano, en manos del monopólico Grupo Z, se reunió ayer en horas de la mañana, pero no tomó definiciones sobre el futuro “boletazo”.En el caso de la capital provincial, único municipio que realizó audiencia pública en noviembre pasado, brindó a los demás miembros de la Comisión (Garupá y Candelaria, el subsecretario de Transportes y el representante del Grupo Z) un informe de la misma, con algunas de las conclusiones a las que arribó el representante de la Comuna, José Moglia, titular de la Secretaría de Gobierno.Finalizado el encuentro, fuentes del sector informaron que se decidió un cuarto intermedio hasta el lunes 29 de diciembre para dar cierre al debate tarifario.Consultada la fuente sobre un posible paso atrás en la decisión de aumentar, lo negó asegurando que el porcentaje de incremento sería del 30%, en dos tramos, siendo el primero en enero próximo (en día a confirmar), cuando se aplicaría el mayor porcentaje, y el segundo probablemente a mediados del año, es decir, desde junio. Tal como lo anticipó PRIMERA EDICIÓN, el boletazo estaba siendo ejecutado y hasta los usuarios en las paradas de colectivos lo intuían.“La idea fue pasar la Navidad sin la noticia negativa, pero en los colectivos ya es vox populi”, admitió un inspector del Grupo Z que pidió reserva de su nombre.Hasta el momento se menciona un boleto urbano mínimo en Posadas de $5,10 y de casi $9 sin la tarjeta del Sistema Único de Boleto Electrónico (Sube). Pero todo puede cambiar el lunes, cuando los municipios se vuelvan a juntar con la Provincia, ya que tras el acuerdo se debe realizar el trámite de aprobación en cada Comuna (sea un decreto o una ordenanza). No hay antecedente en el que el gobierno de Maurice Closs le dijo “no” a un pedido del Grupo Z para la actualización de los precios de los boletos. Como mucho, en una puesta en escena, llegó a postergar la puesta en vigencia de alguna resolución, pero luego accedió a cada uno de los “boletazos” que promovió el monopolio. Primero era con los números dibujados con lapicera, en declaraciones juradas donde el Estado no tenía cómo comprobar la cantidad de boletos cortados, las unidades en circulación y el cumplimiento de las frecuencias. Ahora, los dibujos estan digitalizados en la Sube, una empresa del Grupo Z, sin control, porque el centro provincial está sin ponerse en marcha a la espera de la visita del ministro del Interior de la Nación, Florencio Randazzo, y porque los colectivos no tienen controlador fiscal que blinde las declaraciones juradas a la Afip y así tener por dónde cruzar los datos fidedignos de este gran negocio.





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