BUENOS AIRES (Medios Digitales). Los importadores han recrudecido en el último tiempo sus planteos al Gobierno al señalar que a las dificultades que afrontan por las restricciones se suma demora de 5.000 millones de dólares en concepto de pagos impositivos.“Estamos con rabia y ni siquiera encontramos la vacuna, señaló Ponce, la Cámara de Importadores de la Argentina, al remarcar que “sin duda que octubre ha sido uno de los peores meses para la importación y el abastecimiento para la producción nacional”.Para el directivo, “sin que hayan aparecido las cifras oficiales, que se publican siempre con casi un mes de retraso, la sensación de los importadores es que todo el proceso de administración del comercio exterior se ha endurecido”.En ese sentido, Ponce manifestó que son complicadas “la aprobación de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), por parte de la Secretaría de Comercio, como el rol, cada vez más activo y determinante, del Banco Central (BCRA)”.Denunció que el BCRA “dicta normativas que redujeron drásticamente los plazos para las importaciones que necesitan pagos anticipados, afectando dramáticamente vastos sectores de la producción industrial”.“A las consabidas dificultades en la provisión de autopartes y los insumos para las armadurías de Tierra del Fuego, se suman ahora demoras y faltantes en casi todos los demás rubros, como el agro y las economías regionales”, aseveró Ponce.





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