IGUALA, México (Agencias y diarios digitales). Mucho antes de que secuestraran a 43 estudiantes de magisterio (conocidos como “normalistas”) tras un ataque de policías, el hijo de María Guadalupe Orozco desapareció en la misma ciudad mexicana de Iguala.Orozco cree que soldados mexicanos se llevaron a su hijo Francis García, de 32 años, en marzo de 2010 cuando regresaba a su casa.Lo cree porque testigos se lo comentaron y por imágenes borrosas de una cámara de seguridad que ella vio, aunque el ejército lo niega.Ahora, la madre se pregunta si Francis estará entre los 28 cuerpos localizados en cinco fosas clandestinas descubiertas como parte de la búsqueda oficial de los estudiantes y que según las autoridades no son de los alumnos.Ayer, mientras se buscaba a los estudiantes, más fosas con restos de desconocidos aparecieron. ¿Quiénes son esos 28? ¿Hace cuánto están ahí? Guerrero fue por décadas un lugar con presencia tanto de grupos del narcotráfico como de guerrillas. Podrían ser parte de alguno de ellos. O no.Y dada la historia fallida de México para identificar a los desaparecidos, es posible que nunca se sepa quiénes son. “Es pensar otra vez, revivir los días de angustia, de desesperación, de estar deseando, de estar pidiéndole a Dios; que en cualquier momento suena el teléfono”, dijo Orozco.Dudoso númeroEl presidente Enrique Peña Nieto prometió hace casi dos años que daría a conocer cifras verificables de desaparecidos en México. En agosto hizo pública una lista de 22.322 personas no encontradas.Las autoridades, que a la menor oportunidad repiten que la violencia disminuyó de manera importante bajo el actual mandato, pusieron poca atención al hecho de que 9.790 desaparecieron desde que Peña Nieto asumió en diciembre de 2012.El resto corresponde a los seis años previos, bajo el Gobierno del presidente Felipe Calderón, cuando las desapariciones comenzaron a incrementarse en medio de su ofensiva contra el narcotráfico.La lista no incluye a los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, una escuela de formación de maestros de educación básica vista históricamente como una institución radical que fue lugar de formación de profesores que en algún momento se sumaron a la guerrilla.El Gobierno aclaró que aún no sabe qué pasó con los jóvenes, desaparecidos el 26 de septiembre cuando policías locales los detuvieron y entregaron a miembros del cártel de las drogas “Guerreros Unidos”. Cerca de 50 personas fueron detenidas, incluidos agentes locales y presuntos sicarios y líderes del grupo del narcotráfico.Estados con más desaparecidosEn un análisis hecho por el diario mexicano Reforma, Guerrero ni siquiera aparece entre los primeros seis estados con la mayoría de desaparecidos. El primero lugar fue Tamaulipas, en el noreste del país, donde 72 migrantes fueron asesinados en 2010 y cientos más fueron localizados en fosas clandestinas al siguiente año. Jalisco ocupó el segundo lugar. Unas 67 personas fueron halladas ahí en fosas clandestinas a fines del año pasado.Las fosas clandestinas son un hallazgo regular en el país: once cuerpos en agosto en el estado de Michoacán y otros 19 en Iguala apenas en mayo.Averiguar quiénes son los desaparecidos en México parece hasta ahora un trabajo imposible, a pesar de la creación en 2013 de una unidad especial de la Procuraduría General de la República (PGR) luego de una huelga de hambre de madres y familiares de las víctimas.México no tiene una base de datos nacional que permita cotejar características de los desparecidos con cadáveres sin identificar y el actual proceso para construirla es lento.La organización Human Rights Watch reportó hace unos días que la PGR había revisado apenas 450 casos y localizado a 86 personas, de las cuales 57 estaban vivas y 29 muertas.Reclamo internacionalIntelectuales de talla internacional como Noam Chomsky y Edgardo Buscaglia y personalidades de la cultura mexicana como Elena Poniatowska mostraron en cartas su preocupación por la violencia que impera en México.“Los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014 son una de sus manifestaciones más execrables en la historia del país. No hay palabras para expresar el horror y la rabia que sentimos por el asesinato de seis personas, entre ellas tres estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa (uno de ellos de forma por demás salvaje), y por la desaparición, a manos del Gobierno y la Policía local, de otros 43 estudiantes”, dice el pronunciamiento internacional.En el listado hay doctores, historiadores y profesores de diferentes centros de estudio mexicanos y extranjeros.“Nos indigna profundamente que ante la magnitud de los hechos el Gobierno mexicano ofrezca declaraciones contradictorias y presente resultados no sólo nulos sino incluso más preocupantes: las irregularidades de la investigación aumentan cada día sin que se sepa nada respecto de la aprehensión de los culpables o del paradero de los 43 estudiantes y en cambio, se han descubierto muchas fosas más, muchos cadáveres más ¿De qué tamaño son las fosas en este país, cuántos más caben en ellas, cuántos más esperan el mismo destino?”, indica la carta.La misiva critica la lentitud y torpeza de las investigaciones. “La realidad que México ha mostrado al mundo es decepcionante. El caso de Iguala, sumado a muchos otros sucesos en los últimos meses, ha dejado claro que no se puede hablar ya de criminales comunes sino de la criminalidad de representantes del gobierno tanto local como estatal y federal, que por acción u omisión permitieron que esto ocurriera y ahora no parecen hacer lo necesario para resolverlo y restaurar la confianza en ese mismo gobierno”, detalla.En el terrenoLos familiares y compañeros de los “normalistas” centraron ayer sus protestas en el municipio de Tixtla, donde siguen a la espera de información, mientras el país protagonizó una intensa jornada de movilizaciones ayer.Una manta con las rostros de los jóvenes cuelga desde ayer de la fachada del palacio de este municipio del estado de Guerrero en el que se encuentra la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, a la que pertenecían los jóvenes.El edificio fue tomado por sindicatos de maestros, entre ellos la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg), quienes cerraron con candados los accesos. Otro grupo de este sindicato incendió la sede local del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Chilpancingo, grupo al que pertenece el gobernador Ángel Aguirre y también el presidente de Iguala, Jos&eac
ute; Luis Abarca, quien está prófugo de la justicia. Claves• La desaparición de los 43 “normalistas” (estudiantes de magisterio) el 26 de septiembre y el posterior hallazgo de fosas clandestinas en Iguala (Guerrero) concentran la atención internacional en ese municipio del sur de México.• Los jóvenes de la escuela rural para maestros de Ayotzinapa, la mayoría veinteañeros, desaparecieron luego de sufrir una serie de ataques a balazos por parte de policías municipales que dejaron seis muertos, tres de ellos estudiantes.• Los incidentes ocurrieron en Iguala, una ciudad de 140 mil habitantes situada unos 200 kilómetros al sur de la capital.• Según las autoridades, los agentes actuaron en complicidad con el cartel Guerreros Unidos por causas aún no esclarecidas.• El alcalde de Iguala, José Luis Abarca, huyó de la ciudad junto a su mujer tras producirse los sucesos. Según explicó, estaba en una fiesta durante el ataque. El pasado 30 de septiembre solicitó una baja de 30 días. Desde entonces se desconoce su paradero. • La escuela a la que pertenecen los desaparecidos tiene una larga tradición de activismo político, en algunas casos con acciones radicales como el bloqueo de rutas o ataques a edificios públicos, por lo cual, según el comité estudiantil, no es bien vista por las autoridades.• El estado de Guerrero, donde se ubica Iguala, registra uno de los mayores índices de violencia en México.• Además de encabezar la lista en número de homicidios, es uno de los cinco estados con mayor número de secuestros en el país, con el 10% de los 4.600 casos registrados en México desde diciembre de 2012, cuando asumió el presidente Enrique Peña Nieto, hasta septiembre pasado.• De acuerdo con un informe de la organización Alto al Secuestro, la ciudad de Acapulco, la más conocida de Guerrero a nivel internacional, es el municipio que lidera la lista de secuestros a nivel nacional.




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