GENERAL ALVEAR (OBERÁ). Pierina Posdeley y Víctor Martínez se convirtieron en padrinos de la Escuela de Jornada Completa de General Alvear.La comunidad educativa preparó un emotivo acto para sellar el padrinazgo. Niños, docentes, padres, madres, brindaron una singular bienvenida a los flamantes padrinos.Pierina Posdeley reside en la zona y con su familia es titular del Secadero de Té Anatea. Mientras que Victor Martínez, nació en Gobernador Roca pero hace 35 años vive en Buenos Aires, donde tiene un emprendimiento gastronómico. Las particularidades de una comunidad muy comprometida con su rol hacen que día a día intervengan en la tarea educativa no sólo los docentes, niños y padres, sino también familiares de cada uno de ellos. Es común ver en la escuela a allegados a los docentes como actores de las actividades que realizan. Cada persona que llega a la institución es recibida con genuino afecto que hace que todos se sientan parte de la misma.Por eso no es extraño que los padrinos hayan llegado de la mano de parentescos o relaciones con alguno de los integrantes de la comunidad.Victor Martinez, por ejemplo, tiene una sobrina en la Cooperadora de la Escuela y fue a través de ella que se dio la oportunidad de establecer el vínculo. Viajó especialmente para el acto de “Bautismo” y aseguró que para él es “un sueño, venir a conocer el colegio. Saber que hay necesidades me llevó a pensar que si nos juntamos algo podemos hacer. La palabra padrino representa mucho para mí, este proyecto de pertenecer a la escuela empieza hoy. Ya nos sentimos parte”.También el padrino celebró el recibimiento que tuvo “este día queda marcado en mí. No quiero adelantar mucho, quiero ir demostrando con hechos, no queremos algo extraordinario queremos simplemente encarar proyectos posibles”.Pierina en tanto confesó que su suegra fue directora de la Escuela, su marido es ex alumno y espera que su hija algún día asista a la institución. “Ser madrina es una gran responsabilidad, lo que uno más quiere es ayudar. Sabemos que acá hay muchos chicos que dependen de la escuela y de lo que le brinda la escuela” reconoció y también reflejó las sensaciones que le genera la escuela y sus actores “es excelente la calidad de maestros, de la gente, uno viene acá y se siente querido, y por sobre todo se trabaja por los niños, por darles lo mejor”.Si bien los padrinos coincidieron en no hacer grandes anuncios porque desean concretar primero cada proyecto, anticiparon que el primer objetivo es refaccionar los sanitarios.La directora Nancy Hierholzer destacó la importancia de “sentirnos acompañados, no significa que tienen que resolver todos nuestros problemas, sino el hecho de saber que alguien está con nosotros, que lo que hacemos tiene el apoyo de otra gente es fundamental y estamos muy agradecidos. Empieza un trabajo en conjunto con el único fin que siempre tenemos, que nuestros niños tengan la mejor atención, la mejor comida, el mejor espacio, en definitiva la mejor educación”.La Escuela 637 “Pablo Areguatí” es de jornada completa, es decir los niños pasan 8 horas en la institución. Por la mañana reciben los contenidos pedagógicos y por la tarde los talleres que son dictados por los mismos maestros de grado. Como ser taller de flauta, taller de radio, taller de inglés, de panadería, de deportes y de ajedrez.Los chicos reciben el desayuno, almuerzo y tres veces por semana la merienda. El pago de la cocinera lo asume la cooperadora que realiza diversas actividades para sustentarlo.La comunidad educativa de la 637 es como tantas de la provincia, una comunidad comprometida y que cumple su rol potenciando las responsabilidades. “No vamos a cambiar en mundo, pero vamos a ir haciendo algo más de lo que nos toca. Sin el plantel docente que hay sería imposible llevarlo a cabo. No esperamos que venga todo del gobierno, nos ponemos la camiseta para hacer realidad lo que queremos para nuestros niños” concluyó la directora.




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