POSADAS. Con una misa organizada por la familia en la Iglesia del Socorro (Juncal y Suipacha), a metros de la residencia porteña de la máxima voz argentina, Mercedes Sosa, culminará hoy el homenaje que se le brinda a cinco años de su partida eterna. En la ciudad de Tucumán, donde la “Negra” nació el 9 de julio de 1935, se la tributará en el marco del 54 Septiembre Musical que organiza el ente cultural de Tucumán, con un recital gratuito en el teatro que lleva su nombre a cargo de Víctor Heredia, Alberto Rojo, Coqui Sosa, Adrián Sosa, Lucho Hoyos, Viviana Taberna, Carlos Podazza, Tomás González, Noelia Scalora y la participación del Ballet El Zafrero.Mientras que en la localidad El Pingo de la ciudad de Paraná, Entre Ríos, también se desarrollará un homenaje organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación bajo el título “Traigo un pueblo en mi voz” que reunirá a Peteco Carabajal, Sandra Mihanovich, Facundo Toro y la dirección musical del pianista Gustavo “Popi” Spatocco, quien fue músico de Mercedes en los últimos 20 años.La serie de evocaciones tendrá su pata discográfica con la publicación de “Ángel”, compuesto por grabaciones inéditas que Fabián Matus encontró cuando buscaba material para el filme “Mercedes, la voz de América”, con canciones firmadas por Gustavo Leguizamón, Peteco Carabajal, Teresa Parodi, María Elena Walsh y Alejandro Lerner, entre otros.En clave internacional, en tanto, la cantautora peruana Myriam Quiñones propondrá desde Miraflores una evocación a Sosa a partir del espectáculo “Canción con todos”.Mercedes se formó estéticamente dentro del Movimiento del Nuevo Cancionero, una corriente renovadora del folklore, surgida en la provincia de Mendoza y que compartió con Armando Tejada Gómez, su esposo Manuel Oscar Matus y Tito Francia.Desde entonces, con el debut discográfico con “Canciones con fundamento” (1965) y con la magia de su canto, consiguió hacer conocer y trascender un repertorio nuevo y socialmente comprometido.Esa ligazón con lo social le valió transformarse en una voz brillante capaz de traducir los pesares del pueblo con testimonios como “Canción con todos”, “Cuando tenga la tierra” y “La Navidad de Juanito Laguna” y los discos “Homenaje a Violeta Parra” y “Hasta la victoria”.Esa posición resultó inaceptable para la dictadura y hacia 1979, tras publicar “Serenata para la tierra de uno” y ser detenida en la ciudad de La Plata junto con todo el público que había ido a escucharla, viajó a París y en 1980 se afincó en Madrid.Recién pudo regresar a los escenarios argentinos el 18 de febrero de 1982 y en el porteño teatro Ópera realizó una docena de impactantes recitales que compartió con León Gieco, Charly García, Antonio Tarragó Ros, Rodolfo Mederos y Ariel Ramírez y que quedaron plasmados en el álbum “Mercedes Sosa en Argentina”.Lejos de quedarse quieta, se puso como desafío seguir abriendo puertas con la decisión de sumar nuevos autores latinoamericanos a su repertorio y así impulsó a los entonces no tan conocidos trovadores cubanos Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.Tampoco dejó de estar atenta a las nuevas expresiones del folklore y, por ello, registró obras de incipientes creadores como Víctor Heredia, Teresa Parodi, Antonio Tarragó Ros, Raúl Carnota y Peteco Carabajal, entre otros.Con el mismo espíritu abierto y audaz, no tuvo reparos en acercarse a artistas del rock local, como los ya citados Gieco y García, pero también a Luis Alberto Spinetta, Fito Páez, Pedro Aznar, Gustavo Santaolalla, Alejandro Lerner y David Lebón, a los que además integró a espectáculos y placas que ganaron reconocimiento en gran parte del planeta.Esa gran presencia en los tablados del mundo, le permitió ser convocada por grandes de la talla de Luciano Pavarotti, Sting, Lucio Dalla, Nana Mouskouri, Tania Libertad, Joan Baez, Andrea Bocelli, Silvio Rodríguez, Alfredo Kraus, Pablo Milanés, Milton Nascimento, Caetano Veloso, Chico Buarque, Gal Costa, Nilda Fernández, Pata Negra, David Broza, Luz Casal, Cecilia Todd e Ismael Serrano.A nivel local, Duende Garnica, Demi Carabajal, Jorge Fandermole, el dúo Orozco-Barrientos, Coqui Sosa, Marcelo Perea y Alberto Rojo, son algunos de los nuevos creadores que, como tantos otros cantantes y músicos, pueden dar cuenta de esa práctica integradora y multiplicadora encarnada por Mercedes.Sus restos fueron velados por una multitud en una capilla ardiente en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación y, por una decisión de la misma Mercedes, fueron cremados y sus cenizas esparcidas en tres lugares: Tucumán (donde nació), Mendoza (por su vinculación con la creación del Nuevo Cancionero) y en la Capital (su lugar de residencia).Parte fundamental del Movimiento Nuevo Cancionero, La Negra, como se le conocía cariñosamente, buscó siempre poner en primer plano las raíces de la música latinoamericana.Por ello, Sosa será recordada hoy en el primer piso del Restaurante Quebracho, en el que los cantantes argentinos Juan Martín Medina, Ernesto Anaya y María Inés Montilla interpretarán sus temas emblemáticos, informó la embajada de Argentina en México.En su país, justo en el teatro que lleva su nombre, el cantautor argentino Víctor Heredia, el músico Alberto Rojo, Coqui Sosa, Adrián Sosa, Viviana Taberna, Carlos Podazza y Tomás González, harán lo propio. En Puerto Rico, la cantante Lucecita Benítez, icono de la música de la isla, le rendirá tributo.Además, hace unos días se estrenó la película Zonda, folklore argentino, del director español Carlos Saura, en la que se le rinde homenaje a Sosa y a Atahualpa Yupanqui, figuras de la música argentina.La magia de su voz seguirá calando hondo en el corazón de un mundo que canta las canciones que ella interpretaba a la perfección, La Negra por siempre estará dando vueltas en el cancionero de habla hispana, que llegó a distintos países con esa exquisita sensibilidad musical.




Discussion about this post