OBERÁ. Las reuniones, asambleas y encuentros del sector rural se multiplican. Esfuerzos que no encuentran respuestas y que evidencian año a año que sigue siendo una problemática que no logra soluciones de fondo. Un grupo de tareferos se reunió ayer en la plazoleta Güemes, lugar habitual de convocatoria para continuar la lucha por varios reclamos que llevan adelante.Rubén Domínguez, referente del sector, explicó que “estamos anotando a los tareferos que no están inscriptos, para llevar a la Gerencia de Empleo y que puedan percibir el subsidio interzafra. También a quienes están en negro y que, por la incompatibilidad con el salario universal (Asignación Universal por Hijo), no pueden anotarse para el subsidio porque pierden el beneficio del salario”.Domínguez estimó que todos los trabajadores tienen el derecho a la ayuda que les proporciona el Gobierno en el período de cierre de cosecha. “Como tareferos les corresponde cobrar, pero hay tantas trabas que se quedan sin el beneficio”, lamentó.Otro de los puntos de reclamo es el monto irrisorio de la tarjeta social: “Necesitamos que aumente el valor y que llegue a todos. Hay muchos que nunca recibieron. Los funcionarios dicen que entregaron y no se sabe qué fin tuvieron”, dijo.Eriberta Brítez, por su lado, destacó la necesidad de que participe en las asambleas la mayoría de obreros, ya que considera que es la única forma de encontrar soluciones.Entretanto, la situación de haberes retenidos sigue sin novedades: “Quedó dormido, sólo nos hicieron una promesa para destrabar el acampe que teníamos frente a la Anses, pero después nada” aclaró Dominguez.En otro orden, se sabe que en determinadas ocasiones el Gobierno, a través de Desarrollo Social, entrega bolsas de mercaderías que supuestamente deberían considerarse como respuesta a las necesidades y carencias. Sin embargo, por su contenido, lejos está de cubrir las penurias de las familias: “La bolsa de mercadería es para un día, el Gobierno se tiene que dar cuenta, sólo mantienen la pobreza en los trabajadores”, reclamó el tarefero. “La vida es dura, pasamos bajo carpas durante la cosecha y cuando termina tenemos que andar mendigando. Aumentó todo, la canasta básica está lejos del tarefero. Todos los años pasa lo mismo. Nos cuesta expresarnos y estamos mendigando. El Gobierno tendría que darnos una solución definitiva”, exigió.Además, Domínguez expresó que tiene conocimiento del inicio de un nuevo censo yerbatero y “esperamos que en base a eso se den cuenta de que hay mucha gente en negro, que no todo es color de rosas. Hay miedo al blanqueo por no perder el salario universal”.





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