POSADAS. A poco más de dos años de su apertura, la “Residencia Socio Educativa Lucas Vega” atraviesa su peor momento con sólo cinco chicos bajo su órbita y un edificio que ya empezó a mostrar falencias edilicias. Una fuente de la residencia dialogó con PRIMERA EDICIÓN y confirmó esta información. Contó que “por momentos, parece que el hogar no tiene conducción”, dijo en referencia a los múltiples problemas que hay en el lugar. En el lugar, los chicos que están solamente comen, se bañan y duermen, porque durante el día no realizan ninguna actividad extra, cuando el objetivo principal era otro. Es decir, la finalidad del hogar era recuperar a los jóvenes dentro de la institución y poder reinsertarlos a la sociedad. Además, las condiciones edilicias son denigrantes para quienes viven allí. Sin embargo, las autoridades a cargo -el Ministerio de Desarrollo Social- no hacen nada para solucionarlo. Por ejemplo, hace más de un año que se tapan las cañerías de los baños, la cloaca de los sanitarios rebalsa y no la limpian. Incluso cortaron el cable de televisión por falta de pago y ni hablar de las puertas y ventanas que ya están todas rotas, pero el Estado sigue sin reponerlas. En los últimos días trascendió que los vecinos del lugar, ubicado en el barrio Ñu Porá de Garupá, habrían realizado diversas denuncias, primero por los ruidos molestos y luego por las múltiples irregularidades en el lugar, que van desde la salida de los chicos en horarios inapropiados hasta desórdenes y gritos. “La residencia está orientada a casos donde los jóvenes están cerca del delito, cometieron delitos y por las características del Código Penal no son punibles, se busca así con la contención una rápida inserción”, había dicho en la inauguración el propio Gobernador de la provincia, Maurice Closs. Sin embargo, en menos de dos años nada de esto se cumplió y cada vez son menos los menores que habitan en el lugar. Pedido de intervenciónEl pastor Daniel Vega, el papá de Lucas (asesinado hace más de tres años en un intento de robo por parte de dos adolescentes de 14 y 15 años), es quien llevó a las autoridades provinciales la idea de la Residencia, pero “ahora no tiene nada que ver con la dirección del hogar”, según le confirmó a PRIMERA EDICIÓN.Vega contó que ayer le presentó una nota al ministro de Gobierno, Jorge Franco, para que tome cartas en el asunto para repuntar el hogar y no dejar más librados a su suerte a los jóvenes. “Recién vengo de presentar una nota al ministro pidiendo cambios urgentes, pero capaz que para ellos es mejor sacarme a mí, la verdad es que no sé que pensar. Desde afuera no se puede nada, hay que estar adentro para modificar las cosas”, admitió el hombre, quien afirma que “yo no corto ni pincho en el lugar, me cansé de que me presenten como el director o encargado y no dirijo nada, no soy nadie allí adentro. Solamente tuve la idea con mi esposa y fui a hablar con el Gobernador, pero después el Gobierno colocó a su gente y a la mía la corrieron, de los míos quedó solamente una chica”. Vega, en varias cartas dirigidas a los principales funcionarios, pidió “que intervengan en el hogar y realicen cambios urgentes. Me ofrecí a ser el director del lugar, pero también les dije que si no invierte plata en estos lugares no se podrá recuperar a los chicos y mucho menos reinsertarlos, porque para esto se necesita ofrecerles capacitaciones, más estudio y cubrir sus necesidades básicas, tenemos que afianzar los buenos valores. Y si no, les solicité que me den otro lugar para trabajar, abrir otro hogar para ayudar a los jóvenes”, cerró Daniel Vega.





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