POSADAS. El interno de la Unidad Penal IV de Miguel Lanús, que se prendió fuego en una celda de aislamiento de ese complejo penitenciario, continuaba anoche en grave estado y con pronóstico reservado en el sector de cuidados intensivos del hospital Escuela “Ramón Madariaga”.Fuentes de ese centro de salud indicaron que el paciente “se encuentra con asistencia mecánica respiratoria” y que el martes pasado fue sometido a un “toilette quirúrgico”.En paralelo, desde el Servicio Penitenciario Provincial (SPP) explicaron que el joven, de 20 años, no intentó fugarse de la UP IV como se informó en un principio, sino que protagonizó una contienda a puñetazos con otro recluso, razón por la que fueron confinados a una celda de aislamiento.Al decir de esta versión, allí fue que el muchacho, identificado como Ángel Gabriel, se cubrió con un colchón y sábanas, elementos a los que prendió fuego con un encendedor. esde el centro hospitalario consignaron que el paciente presenta quemaduras en el 50% del cuerpo, aunque la preocupación principal radica en determinar la agudeza de las heridas o secuelas provocadas en las vías aéreas respiratorias por la excesiva inhalación de humo.En paralelo, la Justicia quiere saber cómo llegó el encendedor a manos de un joven alterado por el altercado que había protagonizado y porqué el personal penitenciario no lo custodió.Se labran actuaciones con intervención del Juzgado de Instrucción 3 de Posadas, a cargo del magistrado Fernando Luis Verón. Motín en la seccional PrimeraFuentes judiciales confirmaron ayer que unos 25 detenidos, alojados en la comisaría seccional Primera, de Villa Sarita, protagonizaron un duro enfrentamiento el domingo pasado con el personal de guardia.Finalmente, el foco de la rebelión fue sofocado y cuatro detenidos resultaron trasladados a las dependencias de las comisarías Duodécima y Decimotercera.Las mismas fuentes indicaron que la asonada se produjo porque las autoridades policiales habrían prohibido el ingreso de yerba mate y alimentos, después de que familiares intentaran ingresar marihuana o psicofármacos para los detenidos en el interior de esos productos.La gravedad del hecho fue tal que motivó la concurrencia del juez de Instrucción 3 de Posadas, Fernando Luis Verón.Al parecer, el magistrado debió permanecer en la dependencia de Villa Sarita hasta que la situación estuvo controlada.Luego dispuso el traslado de los cabecillas a las otras comisarías.El hecho confirma el ingreso de drogas a las dependencias policiales, consignó un informante.





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