TEL AVIV, Israel (Agencias y diarios digitales). Una semana después de que callaran las armas en Gaza, Israel y los palestinos parecen tener poco apetito o incentivos para regresar a las conversaciones de paz patrocinadas por Estados Unidos, que fracasaron hace cinco meses.Con conflictos abiertos en Ucrania, Irak y Siria -y el futuro de la Franja de Gaza muy en duda por un acuerdo de alto el fuego poco específico auspiciado por Egipto-, las potencias mundiales no se abocaron a la resolución del callejón sin salida que es el conflicto entre israelíes y palestinos.Las propias partes en disputa, la combativa coalición de gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente palestino Mahmoud Abbas, van camino a chocar por las amenazas palestinas de dar pasos unilaterales hacia la creación de un estado y posiblemente presentar una acusación de crímenes de guerra contra Israel ante la falta de conversaciones directas.Israel provocó críticas por parte de los palestinos y a nivel internacional el domingo al anunciar una apropiación de tierra ocupada en Cisjordania, la decisión más significativa en este sentido en 30 años.Como líder de una coalición de gobierno dividida sobre si hay que cambiar territorio por paz, Netanyahu está hablando ahora, en términos ambiguos, de una ruta alternativa para poner fin a décadas de conflicto o una posible alianza regional con países árabes moderados alarmados, como Israel, por el islam radical.Más cerca de casa, y con la situación en Gaza sin cerrarse aún, no se vislumbran nuevas conversaciones de paz con Abbas en un horizonte cercano.Según la tregua patrocinada por Egipto, Israel y los palestinos acordaron abordar asuntos complejos como las demandas de Hamás para la construcción de un puerto en Gaza y la liberación de presos palestinos a través de conversaciones indirectas.Con el inicio de estas negociaciones aún en el aire, Netanyahu quiere ver si Abbas asume la responsabilidad de administrar las fronteras de Gaza -controladas por Hamás- y si se toman medidas para evitar el contrabando de armamento.Netanyahu, que parece estar sobreviviendo a una caída en sus índices de aprobación después de que la guerra en Gaza terminara sin un ganador claro, propinó un duro revés a Abbas la semana pasada, sumando un conflicto que el líder palestino intenta evitar desde hace tiempo. “Abu Mazen debe elegir de qué lado está”, dijo Netanyahu en una conferencia de prensa, usando el sobrenombre de Abbas.El comentario se remonta a la decisión israelí de abril de suspender las conversaciones con Abbas después de que lograra un acuerdo de unidad con Hamás, un agrio rival que arrebató la Franja de Gaza a sus fuerzas de Al Fatah en 2007.





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