POSADAS. Al igual que la defensa del cabo Ricardo Escobar, los representantes legales de los otros cinco uniformados detenidos con prisión preventiva por el crimen de Carlos Raúl Guirula (30) presentaron un recurso de apelación en las últimas horas ante la Justicia.Así lo pudo confirmar mediante sus fuentes PRIMERA EDICIÓN, que había anticipado en su edición del último domingo la presentación de los abogados defensores luego de la imputación formal llevada adelante por el magistrado Marcelo Cardozo, al frente del Juzgado de Instrucción 1 de Posadas.El letrado Ramón Grinhauz había abierto el camino el último jueves al presentar un planteo en el que solicitó la revocatoria del rechazo a la excarcelación y la modificación de la calificación legal que pesa sobre su defendido.Básicamente los mismos puntos esgrimieron los otros cinco abogados defensores que patrocinan a la oficial Lourdes Tabarez, al cabo primero Nahuel Saravia Allosa, al agente Carlos Da Silva, al sargento primero Claudio Servián y al oficial subayudante Carlos Sidorak. Esas apelaciones fueron presentadas ayer, sobre el final del plazo estipulado por la normativa vigente.Así las cosas, esos planteamientos serán elevados ante la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores del Poder Judicial de Misiones, que deberá resolver a favor o en contra de los uniformados, analizando cada uno de los casos.Mientras tanto, el juez Cardozo aguarda por las pericias genéticas solicitadas a un laboratorio de Buenos Aires, en las que se cotejarán cabellos hallados en una de las manos de la víctima fatal con muestras obtenidas de los apresados. Esos resultados podrían ser determinantes.El expediente se inició a raíz de lo sucedido en la madrugada del sábado 19 de julio en un motel de avenida Andresito y Santa Catalina, a cuatro cuadras de la terminal de ómnibus posadeña.Hasta ese lugar llegó Guirula junto a dos conocidos y dos mujeres. El grupo pidió dos habitaciones y alrededor de las 3 intentó marcharse, pero fue entonces que se inició una discusión entre el albañil y un empleado del lugar por una botella pequeña de whisky que había quedado como saldo.Ante la tensión de la situación, desde la conserjería llamaron a la Policía. Primero llegó una camioneta de la comisaría Decimotercera. Después, dos móviles del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional I.Los policías redujeron a Guirula y lo llevaron hasta la Decimotercera, donde llegó muerto. Todo indica que en ese lugar lavaron la camioneta y el playón con el objetivo de esconder pruebas. Sin embargo, horas más tarde todo se descubrió: Guirula había muerto a raíz de una feroz golpiza.La investigación contó con testimoniales, indagatorias y hasta una reconstrucción. El juez Cardozo consideró suficiente las pruebas y dictó prisión preventiva a seis de los uniformados involucrados, cinco de ellos por “tortura seguida de muerte”, que prevé la pena de prisión perpetua.





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