POSADAS. En la Diócesis local, la Colecta Nacional Anual de Cáritas, dejó un saldo levemente superior a los 200 mil pesos, unos 20 mil pesos más que los recolectados el año pasado, según se desprende del balance de la iniciativa desarrollada a principios de junio.El director diocesano de Cáritas Posadas, el sacerdote Alberto Barros, explicó que un tercio de esta colecta queda en la parroquia, otro tercio queda en cada Cáritas Diocesana y el tercio restante se remite a Cáritas nacional. Añadió que en la Diócesis de Posadas la colecta superó los 200 mil pesos, cuando el año pasado llegó a alrededor de 180 mil. “Creo que como Diócesis podemos dar mucho más aún. Si bien la colecta es mayor que la del año pasado, tenemos capacidad de solidaridad y la idea es seguir creciendo, madurando la espiritualidad solidaria para que podamos compartir más”. El sacerdote indicó que “ése es un poco el desafío. Más allá de una colecta, lo importante, en todo caso, no es el número, la cantidad, sino cómo va creciendo nuestra capacidad de comprender el sufrimiento del otro y poder compartir. Entonces la colecta como tal es un momento en el año, pero el tema es seguir haciendo una catequesis, una concientización, un seguir profundizando desde lo que es nuestra fe cristiana, desde el modelo de Jesús que optó preferencialmente por los pobres, seguir trabajando esa opción por el hermano que sufre”. La comunidad que más contribuyó este año es la de la Sagrada Familia -presida por el mismo Barros-, donde se reunió más de 34 mil pesos. La segunda en aportar fue la de “Jesús misericordioso”, de Itaembé Miní.“Siempre lo recalco porque es una parroquia con menos posibilidades y cuando se hizo la colecta del 1%, que es propia de la Diócesis de Posadas, la de Jesús Misericordioso fue la segunda parroquia que más aportó y ahora también, lo cual fue muy meritorio: parroquias que son pobres pero que en proporción dieron enormemente”, planteó. Insistió en rescatar que “parroquias pobres hicieron, en proporción, un aporte considerable, lo que revela su comprensión también del dolor, porque la solidaridad exige en primer lugar un estar, porque sólo con estar con el que sufre se puede entender y sólo el que entiende es capaz de compartir más. Hacemos siempre la catequesis del estar, para entender y entendiendo, compartir. A veces la lejanía del mundo del dolor hace que sea más difícil el compartir”.Dijo que en su parroquia es un tema que se trata: “Lo vamos hablando, haciendo catequesis permanente, la comunidad tiene trabajado el tema solidario. Eso tiene que ver con la manera en que cada parroquia trabaje su profundización desde lo solidario a partir del mensaje de Jesús”. Sobre lo recaudado, consideró que “es un monto escaso. Si bien es más que el año pasado, es poco. Me parece que es mucho más lo que podemos dar. En lo personal no es que me importan mucho los números, sino cómo vamos regulando a través de una colecta nuestro compromiso con las personas que sufren”. Enseguida, recordó que el fin de semana, junto a Cáritas de Sagrada Familia y Cáritas Diocesana, acompañó a los tareferos que acampan frente a la Anses. Varios de los huelguistas participaron en la misa y allí “decía que cuando un cristiano se olvida de los pobres es porque en realidad se olvidó de Dios. Y eso es lo que nos importa en una colecta: hasta dónde nos acordamos de los pobres, porque ése es el termómetro para saber hasta dónde nos estamos acordando de Dios. Insistimos en esa catequesis, más allá de los números: lo que más nos importa es trabajar en el corazón. La opción de Jesús fue por los pobres, los enfermos, los más débiles, los últimos, y eso es lo que más nos importa en este momento en Cáritas Diocesana”.




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