POSADAS. La peligrosa moda adolescente bautizada como “cutting” (que viene de la acción de cortar en inglés) llegó a los chicos de esta ciudad donde cada vez son más los pre-adolescentes y adolescentes que se autolesionan con elementos cortantes, sin intención de suicidarse. “Es bueno hablar de lo que está sucediendo entre nuestros adolescentes porque ocultando la información no desaparecen estos casos”, advirtió la psicóloga Roxana Krausemann. PRIMERA EDICIÓN consultó a docentes de distintas escuelas públicas y de gestión privada sobre esta cuestión y la mayoría dio cuenta de tener o haber tenido en los últimos dos años alumnos que se cortan a sí mismos. Y aunque algunos chicos ocultan las cicatrices entre sus ropas, se está dando otro fenómeno que es el de compartir entre sus pares las imágenes de sus heridas a través de la web o en grupos de Whatsapp. “Los dos primeros casos los detectamos los docentes el año pasado, en un caso nos dijeron sus mismos compañeros y otro porque se cortó dentro de la escuela. Ambos alumnos tenían once años y son excelentes alumnos. Lo que hicimos fue llamar a los padres y después de hablar con ellos, la psicopedagoga los asesoró para que consulten con un psicólogo. En estos dos primeros casos coincidieron con familias que acudieron sin demora al llamado de la escuela, pero eso no siempre sucede… hay padres a los que estamos llamando hace un mes a través de notas y ni siquiera saben que sus hijos tienen un cuaderno de comunicaciones ”, detalló una de las directoras consultadas. ¿Por qué se cortan?Según los especialistas, los adolescentes se cortan por varios motivos: baja autoestima y problemas emocionales; entorno familiar o situación puntual difícil; y por último, presión social. Por lo general los chicos que se autolaceran tienen síntomas depresivos e inseguridad, y presentan una clara incapacidad para manejar las emociones y asimilar las frustraciones, por eso al no poder exteriorizar el dolor, la rabia, la soledad y los temores, se lastiman el cuerpo. Al respecto, según explicó la psicóloga Roxana Krausemann “los pre-adolescentes y adolescentes no pueden procesar y resolver muchas cosas por su edad pues recién al final de la adolescencia se termina de desarrollar el lóbulo pre-frontal del cerebro, que es el que maneja los impulsos. Por eso, algunos pasan el dolor emocional al plano físico, donde sienten que sí pueden controlarlo. Más allá de la moda o la presión de sus pares, los chicos que llegan a autolesionarse reúnen determinadas características de personalidad”. Señaló además que “no todos llegan a eso pero hay que reconocer que la cultura actual es muy compleja. Se prioriza hoy el compartir y mostrar a todos en la web lo que hacemos, hasta lo más mínimo. Igualar al otro, hacer lo que hace el otro para identificarse con un grupo es muy frecuente entre los adolescentes. No es casual que, cuando aparece un caso de cutting, es muy probable que se auto-lesionen dos o tres chicos en un mismo grupo”.Para esta especialista, el cutting es una práctica “lamentablemente, cada vez más frecuente entre los chicos de 11 a 17 años, cuando son un poquito más grandes lo empiezan a canalizar de otra manera”. A su entender, está incluida en una moda más amplia y generalizada de autoinfligirse daño en el cuerpo: tatuarse, piercings, modificarse una parte del cuerpo (bagelheads), colocarse implantes bajo la piel. “uno ve que estas prácticas están aprobadas socialmente y los chicos no están ajenos a lo que sucede en su entorno social”, advirtió. Correr o vivirNo se trata de adolescentes raros que tienen familias disfuncionales. Sino de adolescentes comunes y corrientes que vienen en familias más o menos tipo. “Los adultos trabajamos cada vez más horas, salimos muy temprano, los chicos van a la escuela y los adultos al trabajo. Muchos de nuestros alumnos comen solos al mediodía y después regresan al contraturno de la escuela y cuando salen se van a lo de una abuela o una tía hasta que, por la noche, sus padres pasan a buscarlos. Aunque algunos lo hacen ¿quién tiene ganas de mirar la carpeta o el cuaderno de sus hijos al final de un día de trabajo? Estamos dejando a nuestros hijos crecer muy solos. La empleada doméstica sabe diez veces más de lo que pasa a los chicos que los padres”, analizó un padre y docente.Para la psicóloga, “a veces, el cutting es una forma de llamar la atención a los padres. Por esa razón, estos chicos muestran cuando se cortan en su entorno, a sus amigos”. Cuando un padre de familia descubre que su hijo se está lastimando de esta forma, lo recomendable es hablar con él de inmediato, escucharlo sin presionarlo ni juzgarlo, y saber por qué lo hacer. Consulta al especialista En todos los casos, la especialista recomendó a los padres que consulten al profesional adecuado, que no se queden con un “no lo voy a hacer más” de sus hijos. Es importante el acompañamiento profesional para encontrar las verdaderas causas y trabajar sobre ellas para superarlas, evitando así que se agraven en la etapa adulta. “Primero trabajamos con los chicos y luego con los padres. Sólo si hay una patología de base se suele recomendar alguna medicación, generalmente no es necesario”, precisó. Se trabaja con el chico para que aprenda a controlar sus impulsos, canalizar sus emociones de una manera sana y tratando de mejorar la vinculación en el ámbito familiar.





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