BUENOS AIRES. El enojo de las entidades se aplacó. El coordinador nacional del Programa de Reconversión de Áreas Tabacaleras -que maneja el Fondo Especial del Tabaco (FET)-, Sergio Boscariol, permitió que los dirigentes de los tres gremios tabacaleros se desahoguen y, con promesas de pronto pago, logró ganar tiempo. Tal como lo anticipó PRIMERA EDICIÓN, representantes de la Asociación de Plantadores del Tabaco de Misiones (APTM), la Cámara del Tabaco de Misiones (CTM) y la Asociación de Campesinos Tabacaleros Independientes de Misiones (Actim) fueron ayer hasta el Ministerio de Agricultura de la Nación para buscar una audiencia con subsecretario de Agricultura, Juan Carlos Maceira, por los retrasos en la ejecución de no menos de 230 millones de pesos que están en una cuenta del Banco Nación sin poder tocarse por no estar aprobados los planes y proyectos presentados.Pero terminaron siendo recibidos por Boscariol, quien escuchó el pedido de remisión a Misiones de los fondos para sostener las obras sociales, resarcir a los productores afectados por inclemencias climáticas mediante el “Fondo de Granizo” y para el $1,50 por kilo de tabaco prometido a los productores con el fin de mejorar el precio del Burley misionero.Para apoyar el reclamo estuvieron el nuevo ministro del Agro y la Producción, José Garay, y el subsecretario del Tabaco, Carlos Pereira. Pero ni siquiera ello fue suficiente para arrancarle una fecha de transferencia a Boscariol.“No se ataron plazos, habrá que seguir monitoreando el movimiento de las cuentas. Pero se comprometió a imprimir un poco de celeridad a los trámites”, dijo brevemente uno de los que asistieron a la audiencia, que se inició cerca de las 13 y finalizó en horas de la siesta porteña. Según detalló la fuente, habrá que esperar a “mediados de agosto cuando se produzca el cierre de la zafra de este año en todo el país. Con ese cierre se definen muchas cosas”, advirtió.Sería entonces cuando podrían salir los fondos para la compensación por precio de 1,50 peso por kilo entregado, que los productores esperan ansiosamente porque la inflación cada vez deprecia más el valor acordado este año, especialmente cuando se piensa en la provisión de insumos para la próxima campaña tabacalera.Así funciona el sistema. Cuando la burocracia tiene agilidad, los pagos se anticipan. Mejor, si la decisión política logra trasponer esa burocracia. Los productores deben esperar a los tiempos de algún funcionario cómodamente sentado en Buenos Aires.





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