PUERTO RICO. La obra comprende las calles Pionero Alberto Seewald, Verbo Divino y Carlos Culmey, sobre la avenida San Martín. Se enmarca dentro del plan de Mejoramiento Urbano 1 y 2 de la ciudad y consiste en el reemplazo y la uniformidad de veredas, con decoración de bancos y luminarias nuevas. Pero esa mejora se ha convertido en punto de una discusión sin fin en el municipio, porque el Ejecutivo, encabezado por Federico Neis, busca recuperar algo de lo invertido en la obra cobrando a los frentistas beneficiados. El problema surge cuando se quiere definir cuánto.Todo comenzó con la gestión encabezada por José Dieminger, quien se encargó de realizar la primera parte del plan de mejoramiento y tenía intenciones, según voces oficiales, de cobrar el 100 por ciento de la obra en 24 meses sin intereses. Neis lo sucedió y se hizo cargo de terminar el tramo iniciado y de comenzar y finalizar el segundo. Él quiso cobrar el 50 por ciento de la obra, en doce meses sin interés. Es ahí donde comenzaron los cruces entre quienes responden a Dieminger y quienes se encolumnan detrás de Neis.El proyecto original del Ejecutivo, que ingresó al Concejo Deliberante y se trató el 8 de julio de 2014, plasmaba esa idea: la de cobrar el 50 por ciento de la obra en un año. En dicha sesión hubo tres concejales que debieron inhibirse, dos por ser frentistas y otro por ser apoderado legal de una institución también beneficiada. Por este hecho, ingresaron tres suplentes a cubrir esos lugares. “Previa a la primera sesión de comisión, nos reunimos con Federico Neis y afinamos un poco el lápiz, ya que en un primer momento el monto propuesto había sido de 398 pesos. Entonces hicimos un sondeo con los vecinos y, haciendo números con máquina en mano, vimos que se podía rebajar. Tras ese análisis, se determinó que se iba a cobrar a los frentistas el material de la vereda propiamente dicha, solamente el piso, aunque el tramo de mejoramiento urbano incluye la vereda, la remoción de la vereda anterior, los desagotes pluviales, parte de la nueva luminaria y su instalación eléctrica, bancos y basureros de dos tipos: para el vecino y para peatones, además de canteros de plantas, reasfaltados, etcétera. Entonces decidimos sacar un precio actualizado de lo que cuesta la vereda, o sea, la loseta, el contrapiso de la loseta y los detalles que tienen que ver con la pegatina, la toma de junta y demás. Sólo eso llegaba a 315 el metro cuadrado, entonces cerramos en 300 pesos el metro cuadrado y así fuimos a la primera comisión”, explicó a PRIMERA EDICIÓN el concejal Marcelo Baumgratz, presente ese primer día.La opinión de los opositoresEl sub bloque que responde en el Concejo al exintendente Dieminger calificó de excesiva la suma porque “consideramos que era muy alta para los frentistas que ya pagan sus tributos básicos. No es un costo que debían absorber ellos, porque beneficia a la comunidad toda, además de que Neis quiere que el frentista se haga cargo, según su presupuesto, de luminaria, bancos, mano de obra y demolición. Además, nos basamos en acuerdos previos que los vecinos tenían con Dieminger, porque pensamos que se tenía que cobrar una tasa, pero un monto razonable, porque si no se estaba recargando una obra que hermosea la ciudad sobre los bolsillos de algunos frentistas. Finalmente, el radicalismo apoyó a nuestro sub bloque y se instauró un precio de 150 pesos por metro cuadrado”, argumentó el edil Erni Vogel.Ese acuerdo previo sobre el que se basaron los concejales opositores es algo que refutan los oficialistas. Argumentan que no existe ningún acta que deje constancia de que la reunión se llevó a cabo y de cuál fue el acuerdo al que llegaron los vecinos y Dieminger en ese momento. “Siempre hubo reuniones para decidir cómo se iba a cobrar. En el momento de tratamiento, entró una nota de frentistas de la avenida San Martín donde aclaran que hubo una asamblea con Dieminger, en la cual se llegó al acuerdo de 100 pesos el metro cuadrado. Ahí empezó el problema, porque hablaban de acuerdos preexistentes. El tema es que la nota habla de una asamblea presidida por Dieminger, pero no adjunta ningún acta. De que hubo una reunión, seguro hubo, pero no se puede hablar de acuerdos preexistentes si no hay un papel y una firma”, remarcó Baumgratz. Resumiendo, los concejales que responden a Dieminger bajaron el precio propuesto por Neis basándose en una asamblea de la cual los aliados del actual intendente no tienen constancia que haya ocurrido. “Además, no están comprendidos ni la mitad de los frentistas beneficiados, no habla del lugar donde se hizo la asamblea, no tiene fecha… Para nosotros no hay registro de que haya sucedido”, insistió Baumgratz.Ordenanza y veto: nadie pagaFinalmente, la ordenanza fue aprobada por el monto de 150 pesos por metro cuadrado para los frentistas, pese a las acusaciones cruzadas. Inmediatamente, a través de la Resolución nº 275/14-A, Federico Neis la vetó argumentando que “todos estos elementos que hacen a la construcción de las veredas, que hoy todos los ciudadanos de Puerto Rico podemos disfrutar y lucir, tiene un valor de mercado, real y concreto, de aproximadamente 760 pesos el metro cuadrado, por lo que fijar un monto de 150 pesos por metro cuadrado resulta un precio vil y atentatorio contra las arcas municipales”, según consta en el documento fechado el 23 de junio de 2014. Vogel, por su parte, consideró que fue “irresponsable, porque no respetó la mayoría. Fue mal asesorado, porque al volver al Concejo Deliberante requiere una mayoría de cinco votos para aprobarse, lo cual no se consiguió. Entonces, el intendente, en vez de cobrar casi dos millones de pesos con el monto que habíamos decidido por mayoría, se quedó sin cobrar un peso”. Baumgratz, al respecto, declaró: “Esto quedó muerto, terminamos y se esperará hasta el año que viene”.“Neis trató de enfrentar a los vecinos de la periferia con los del centro diciendo que éstos no querían pagar lo que el Ejecutivo quiere, lo que perjudicaría al Municipio, que no va a hacer más obras hasta 2015, una mentira”, protestó Vogel. En la misma línea, María Esther Hillebrand dijo: “Tampoco las obras que van a hacer van a ser exclusivamente con el recupero de estas 20 cuadras de vereda, se supone que el Municipio tiene recursos genuinos para poder seguir trabajando”.Los vecinos no quieren entrar en la polémica de sus funcionarios y prefieren mantenerse al margen. En medio de tanto fuego cruzado quedaron las veredas y los frentistas: un tema que divide a una ciudad.





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