PUERTO IGUAZÚ. La amistad es uno de los valores más destacables de la sociedad. Y este grupo de amigas supo sostenerla a través del tiempo y las circunstancias.Se conocieron en el jardín de infantes “Caperucita Roja” hace 27 años, desde entonces nunca dejaron de ser amigas más allá de algunos enojos, distancias y la concreción de sus propias familias. Pero la amistad también es cuestión de familias porque ya con hijos, unas son madrinas de los niños de las otras.Analía, Gabriela, Loli, Noelia, Paola L, Pao F, Elisa, Cintia, Eugenia y Patricia forman una amistad inseparable en el trascurso de la vida. Los cumpleaños, bautismos, y cada momento son citas con asistencia obligatoria. La mayoría de ellas sigue viviendo en el mismo barrio de cuando eran niñas, tan solo unos metros las separan lo que hacen posibles los mates y tererés de cada tarde.Cuando Noelia estudiaba en Buenos Aires, las comunicaciones eran por carta, después con la ida de Cintia y Pato a Buenos Aires ya todas tenían celulares. La tecnología acompaña para estar más unidas porque ahora un grupo en Whatsapp hace que dialoguen en todo momento. “Agarré mi celular al mediodía y tenía 250 mensajes, ¡Cómo hablan!”, afirmó Cintia.Elisa describió el vínculo que tiene con sus amigas. “Creo que se resume en familia. Para mí son eso” y agregó que “siempre hay alguna cosita que tal vez no estamos 100% de acuerdo, pero así nos queremos y aunque nos distanciemos un tiempo todo lo vivido no se puede cortar y borrar, somos como hermanas con un lazo muy fuerte que supimos lograrlo día a día año a año”.Para este domingo se organizaron dos semanas antes en sorteos del amigo invisible como cada año, que culminará con un asado en la casa de Noelia. Pero a medida que pasa el tiempo hay un problema, “tenemos que ir juntándonos en un pelotero”, comentaron en referencia a los niños que fueron llegando.Otro festejo lo harán Nélida y Luly, que se conocieron de grandes a través de la concurrencia a la parroquia del barrio Ignacio Abiarú, desde entonces son inseparables amigas.Luly considera que “la casa de Nely es como mía”, allí se reúnen, se ayudan, conversan y sostienen ese lazo muy fortalecido. Este domingo tenían programado ir a la costanera a pasear, distraerse y tomar unos mates para acompañar esas largas charlas.





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