OBERÁ. El escándalo por las supuestas fiestas de sexo y alcohol en que aparentemente participaban policías, menores de edad y miembros de la comunidad china tiene aún mucha tela para cortar. Quizás ensombrecido por un hecho atroz, sanguinario y bestial como la masacre de Panambí, investigada por la misma jueza de Oberá, pareciera que perdió algo de trascendencia mediática, pero las novedades están lejos de resignar relevancia.Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN revelaron que en las cintas secuestradas por la Justicia en el Hotel Casino de Oberá aparecen el comisario inspector, pasado a disponibilidad después de que el escándalo estallara, al menos cuatro menores de edad y cinco miembros de la comunidad china.Hay otro aspecto interesante de esta trama, que de alguna manera puede favorecer a los involucrados, sobre todo a los que no son menores de edad. Es decir, a los dos policías que permanecen bajo la lupa de la Justicia y a los orientales.Es poco probable -a no ser que las chicas cedan algún video casero o filmado por un celular-, que los investigadores puedan acceder a imágenes de las orgías en sí.Es que, aparentemente, las cámaras del hotel están ubicadas a la entrada o salida del ascensor y dentro de éste; no en las habitaciones ni en la piscina, donde también se habrían desarrollado las “polifiestas”.En este sentido, en algunos videos -la revisión y análisis del total recién comenzó y aún falta una buena parte- asoman el comisario, al menos cuatro menores y los chinos.Las fuentes indicaron que, aún hoy, no hay forma de acceder a los ascensores o pasillos si no se posee la tarjeta magnética de autorización, que se les brinda únicamente a las personas hospedadas en el lugar.¿Cómo hacían las menores primero para entrar al casino y luego subir a las habitaciones? Es en ese punto donde al menos una parte de la conserjería tendría participación.La Justicia habló solamente de uno, que podría terminar imputado. Pero habría más implicados. Por lo pronto, aquél y el gerente habrían sido despedidos. El siguiente pasoEntre las cuatro menores de edad aparece la hija del policía, la misma que habría confesado lo que sucedía en el Hotel Casino de la ciudad de Oberá.Las otras asoman claramente en los videos, pero resta saber sus identidades.Una situación similar ocurre con los ciudadanos chinos, sólo que en este caso la Policía no conoce a ninguno.Por ende, el siguiente paso será identificar a todos estos involucrados para determinar qué papel y/o responsabilidad pudieron tener en este embrollo. El comisario, obviamente, fue reconocido fácilmente.





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