BUENOS AIRES (DyN-Medios Digitales). La posibilidad de que esta semana la Argentina y los holdouts vuelvan a contactarse, al menos de forma indirecta a través del mediador Daniel Pollack, comenzó a diluirse ante la falta de pronunciamiento del juez Thomas Griesa.“La situación es similar a la del lunes. Griesa volvió de sus vacaciones y no dio ninguna opinión sobre el caso”, sostuvo una fuente del Palacio de Hacienda.En consecuencia, el actual cuadro de situación permite anticipar que una nueva ronda de negociación recién podría darse durante la próxima semana.A escasos 11 días hábiles de que la Argentina incurra en default, en el Palacio de Hacienda aguardan que el magistrado responda al pedido de la Argentina de reposición de una medida cautelar que habilite el pago a bonistas reestructurados, que se encuentra frenado en las cuentas del Bank Of New York Mellon.En las reuniones del lunes 7 de julio y viernes 11, las presentaciones de Argentina se concentraron en el pedido a Griesa para que ordene un nuevo amparo. De esta forma se pretende ganar tiempo de negociación, argumentando que el período para alcanzar un acuerdo (hasta el 30 de julio) es muy corto.Por su parte, los holdouts le reclaman al juez que no avance en una medida de ese estilo, porque consideran que la Argentina no tiene voluntad de negociar.Pero uno de los puntos centrales es que la Argentina pretende que cualquier pacto comience a regir a partir de 2015, cuando cae la cláusula que le permite a bonistas reestructurados iniciar reclamos por supuestas mejoras en los pagos concedidas por la Argentina.De allí que la discusión que involucra a Griesa, Pollack y los holdouts gire en torno a una propuesta que bloquee posibles demandas de impredecibles consecuencias.Se asoman los otros bonistas Un broker jurídico neoyorkino anunció hoy que los tenedores de bonos impagos emitidos por la Argentina y no negociados en las propuestas que realizó el Gobierno en los años 2005 y 2010 han formado un Grupo “ad hoc” para conseguir el cobro de esos títulos.El propósito de dicho Grupo es “promover los derechos de sus miembros, a la luz de los preceptos de igualdad de trato introducidos por la Corte de Distrito de los Estados Unidos en Nueva York y las discusiones de conciliación relacionadas que, se informa, han comenzado”.En un comunicado dado a conocer por los asesores legales Bingham McCutchen se aclara que sus miembros “son tenedores de importantes cantidades de estos bonos, incluyendo títulos que no fueron emitidos al amparo de la legislación de Nueva York, de ahí que el Grupo siga creciendo”.De esta manera, los temidos “me too”, como se les llama a los bonistas que tienen deuda en default pero todavía no iniciaron acciones legales para cobrar, empezaron a dar sus primeros pasos con el antecedente del fallo del juez federal Thomas Griesa.Se estima que son alrededor del 6% del total de los bonistas y, según la agencia Reuters, tienen bonos por más de 6 mil millones de dólares, aunque el gobierno argumenta que la cifra llega a los U$S15 mil millones y por eso insiste en que la sentencia de Griesa es “incumplible”.Ya ese medio había adelantado que existen cuatro grupos distintos de tenedores de deuda impaga dispersos, y uno de ellos intentaba organizarse y era liderado por McCutchen. 125 mil dólares de honorarios El Gobierno argentino deberá pagarle unos 125 mil dólares a Daniel Pollack, el mediador judicial designado por el juez neoyorquino Thomas Griesa en la disputa con los denominados “fondos buitre”. El pago será abonado en concepto de honorarios por la gestión como “Special Master” para acercar las posiciones entre el país y los acreedores rebeldes que no aceptan canjear sus bonos con quita de intereses, sea cual sea el resultado de la mediación. El dinero que debe destinar la Argentina a Pollack es la mitad de los honorarios del funcionario judicial estadounidense, dado que el otro 50% tendrá que ser afrontado por los fondos litigantes, según el diario Ámbito Financiero.





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