BUENOS AIRES (NA-Medios Digitales). Luego del rechazo de la Corte Suprema de los Estados Unidos a la apelación de la Argentina en el juicio con los fondos buitres, la presidenta Cristina Kirchner brindó un discurso que se transmitió en cadena nacional de radio y televisión.La Presidenta sostuvo, poco después de las 21, que “la deuda externa comenzó a crecer exponencialmente con la dictadura” y constituyó “el cepo más formidable que atentó contra el crecimiento” del país y “generó pobres y atraso”.La jefa del Estado remarcó que “esa deuda creció también en democracia” y en especial “durante el denominado régimen de convertibilidad” que estableció una paridad “ficticia” entre el peso y el dólar. “El fallo de la Corte Suprema de EEUU es contrario a los intereses del 92% de los acreedores de la deuda externa”, señaló la Presidenta.Cristina indicó que la medida también afecta al “sistema económico y financiero global” y no tuvo en cuenta el reclamo de gobiernos como los de Francia, México y Brasil, así como de “más de cien parlamentarios británicos”, en apoyo a la postura argentina.La Presidenta afirmó que “algunos llaman al Blindaje y al Megacanje como el mayor fraude financiero de la historia”, al explicar cómo fueron esas dos operaciones sobre la deuda que ocurrieron durante el gobierno de la Alianza.“El blindaje, y eso lo recuerdo muy bien porque yo era legisladora nacional, tiene lugar a fines de 2001 y constituía una operación ficticia, una suerte de pasamanos de 40.000 millones de dólares”, expresó.“Es absurdo e imposible que un país destine más de la mitad de sus reservas al pago de deudas”, al referirse a un eventual caso de que el resto de los acreedores de la Argentina reclamen el mismo trato que los fondos buitres.La Presidenta remarcó que “si todos reclaman significaría pagarles 15.000 millones de dólares: eso es más de la totalidad de las reservas del Banco Central y es absurdo que un país destine más de la mitad de sus reservas al pago de deudas”.“La Argentina no va a defaultear su deuda estructurada”, afirmó la mandataria al asegurar que “la vocación del Gobierno es pagar”. “La voluntad de negociación de la Argentina está más que demostrada: hemos negociado en 2005, 2010, hemos negociado con Repsol; hemos cerrado definitivamente las negociaciones con el Club de París, deuda cuyo origen se remonta a 1956”, observó.Pidió “distinguir lo que es una negociación de lo que es una extorsión”, y remarcó que “ni el país ni los tenedores de bonos merecen” ser sometidos a esa operación. “Esto no es una causa que involucre sólo a la Argentina, involucra a todo el sistema financiero global. Por eso nos acompañó tanta gente”, remarcó.La Presidenta afirmó que no le sorprendió el fallo y añadió que “esto no es un problema económico, financiero o judicial; es la convalidación de un modelo de negocios que, si se sigue pronunciando, va a provocar tragedias”. Insistió, además, en que la decisión avala “una forma de dominación mundial para explotar a los pueblos”.“Queremos cumplir nuestras deudas y lo vamos a hacer, pero no vamos a ser cómplices de hacer negocios que algunos quieren instalar en el mundo”, ahondó.Durante la comunicación, que duró menos de media hora, la mandataria repasó el origen de la deuda externa y cuestionó políticas adoptadas por gobiernos anteriores, en especial el blindaje y el megacanje de la década del 2000. En contraste, destacó los pagos acordados en 2005 y 2010, ocasión esa última en la que logró el 92% de adhesión de los acreedores.Entonces cuestionó el proceder de los holdouts, y en particular de NML, al apuntar que con la decisión del juez Thomas Griesa alcanza una tasa de retorno de 1.608%, ya que adquirió bonos por 48,7 millones de dólares y ahora podría cobrar 1.500. “Ni en el crimen organizado hay una tasa de retorno así”, dijo.Cristina resaltó también que el reclamo de NML sólo representa el 1%, pero abre la puerta a que el 7% restante quede en condiciones de cobrar sus pretensiones. Así, el país debería abonar 15.000 millones de dólares, lo que constituye la mitad de la totalidad de las reservas del Banco Central. “No sólo es algo absurdo sino imposible”, sentenció.Advirtió, asimismo, que los acreedores que ya aceptaron el canje revean su decisión: “Quien encuentra un juez Griesa puede encontrar otro”, advirtió.“Estoy muy preocupada porque la vida no empieza cuando uno llega al Gobierno o se va. Espero que todos reflexionen y que podamos honrar al 100%” de los tenedores. Rechazo a la apelación La Corte Suprema de los Estados Unidos rechazó la apelación de la Argentina a los fallos precedentes que exigen al país el pago en efectivo y sin quita alguna de 1.330 millones de dólares más intereses a los denominados fondos buitre. Según dijo el máximo tribunal estadounidense en un comunicado en el que no expresó otros comentarios, tomó esa decisión sin la participación de una de sus nueve miembros: la jueza Sonia Sotomayor, la única de origen latino. Los abogados patrocinantes de la Argentina habían apelado un fallo previo que benefició al fondo NML Capital LTD, gestionado por el estadounidense Paul Singer. Pero la Corte ahora denegó el “certiorari”, un recurso extraordinario mediante el cual un tribunal de jerarquía superior puede revisar a su discreción una decisión de un tribunal inferior.Esa decisión ratifica entonces una condena adoptada por un tribunal federal de Nueva York, a cargo de Thomas Griesa, en favor de los fondos especulativos NML Capital y Aurelius, que se negaron a sumarse a las reestructuraciones de 2005 y 2010. La Argentina deberá esperar ahora que Griesa abra una posibilidad de negociación con los fondos especulativos, quienes reclaman el pago de 1.330 millones de dólares en efectivo y sin quita más intereses, lo que elevaría el monto a 1.470 millones de dólares. En el trámite, el Gobierno argentino argumentó que una decisión favorable a los fondos especulativos introduciría un precedente capaz de afectar de forma negativa cualquier
futura operación de reestructuración de deuda soberana a nivel mundial.Numerosos observadores habían alertado que en caso de un fallo favorable a los fondos especulativos, en situaciones similares será muy difícil que inversionistas acepten negociar la reestructuración de sus deudas, ya que tendrán la vía de los tribunales estadounidenses.Los gobiernos de Brasil y México llegaron a presentar documentos ante la Suprema Corte alertando que un rechazo a la apelación argentina constituía “un riesgo serio e inminente” de un default técnico argentino.Los jueces de la Corte Suprema tenían también la posibilidad de reenviar el caso al tribunal de Nueva York que emitió la sentencia original, aceptar la apelación argentina o aún solicitar la opinión del gobierno estadounidense, pero no lo hicieron.




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