POSADAS. Las viejas tejas del techo de la Escuela Normal Estados Unidos del Brasil, fueron reemplazadas en 2011 por chapas de zinc y, desde entonces, ocupan casi la totalidad del patio de los alumnos de primaria del centenario establecimiento educativo. Por eso, a fin de volver a contar con ese espacio tan esencial para el recreo de los alumnos, las autoridades de la Normal decidieron donar las tejas a las personas u organismos interesados. Se trata de unos 4.000 metros cuadrados de las tejas que fueron colocadas en 1945 y retiradas hace tres años durante la última refacción que tuvo el edificio. Según los docentes, lo ideal sería que fuera un organismo sin fines de lucro el que se quede con las tejas o que sean utilizadas en un edificio público. Pero, dada la urgencia que tienen en recuperar el uso del patio de primaria “también estamos dispuestos a donar todas o una parte de las tejas a particulares”. Los interesados deben concurrir a la Escuela Normal, los martes de 15 a 17 o los jueves de 7 a 12 y preguntar por Marta Pauluk. Un poco de historia A principios del siglo XX había en Posadas ocho escuelas primarias nacionales y tres particulares. Por eso, terminado el sexto grado, para seguir la secundaria sólo estaba la opción de irse a otras provincias. Por la misma razón, tampoco había maestros formados en la provincia. Fue doña Clotilde González de Fernández quien impulsó el movimiento popular que llevó a la creación de la Escuela Normal de Posadas. Esta mujer encabezó también las gestiones para la creación del Colegio Nacional y la Enet. Las gestiones que llevaron a la creación de la Escuela Normal se iniciaron en 1907 por medio de la llamada Sociedad Sarmiento presidida por la señora Clotilde de Fernández. Inmediatamente se enviaron telegramas al presidente de la Nación, a personas destacadas, a los periódicos (La Nación y La Prensa) para conseguir apoyo para concretar la creación de la Escuela Normal. Todos estuvieron de acuerdo, no así las respuestas de la Presidencia de la Nación y del Ministerio de Instrucción Pública por razones presupuestarias. Las respuestas negativas y la situación política en Buenos Aires impusieron un pequeño impasse a las tareas de la comisión. El 3 de agosto de 1908 la comisión elevó un nuevo telegrama al presidente y esta vez tuvo eco en las autoridades. Por fin, el 27 de febrero de 1909, se firmó en Buenos Aires el decreto de creación de la Escuela Normal de Posadas.Tan fuera de la realidad vigente era la creación de una Escuela Normal Rural en Posadas, que, poco tiempo después, al comenzar el curso de 1911, ya se inició el primer año de la escuela normal común, egresando los últimos maestros rurales en 1913 y los primeros maestros normales en 1914.Para ingresar a primer año exigían catorce años de edad y se establecía que el número de alumnos en cada clase no podía ser superior a 25; también se establecía que “a cada alumno se le concedía una beca de 25 pesos”. Los alumnos recibían becas todos los meses y al recibirlas dejaban una contribución para los fondos de la recepción de fin de año. Las clases se iniciaban a las 7.30 en el curso normal y se dictaban cinco asignaturas diarias de lunes a sábados. Las clases se iniciaron en un inapropiado galpón, sin muebles ni bancos, pero con gran espíritu educativo. Y esas condiciones desfavorables tuvieron que soportarse durante cinco años, superándose definitivamente el problema el 17 de febrero de 1916 cuando la escuela se trasladó a un edificio por calle Entre Ríos 233. Se trataba de un aserradero, dividiéndose los amplios galpones en 18 piezas.Una mudanza inolvidable En 1920, la Municipalidad de Posadas donó al Gobierno nacional un terreno ubicado en la manzana 76, con el objeto de destinarlo a la construcción del edificio de la Escuela Normal. El nuevo terreno reunía las condiciones requeridas. Consistía en una manzana completa de unos 7472,14 metros cuadrados de superficie. El proyecto de edificio fue aprobado por decreto el 22 de septiembre de 1920. No obstante, el edificio se construyó tres décadas después. Comenzaron las obras de construcción en forma efectiva a mediados del año 1940, una vez salvados los inconvenientes de la falta de materiales. Luchando con los obstáculos técnicos producidos por la peculiar conformación rocosa del subsuelo del terreno elegido para la edificación, se fueron levantando poco a poco las estructuras del nuevo local, y después de cinco años de trabajo discontinuo, el 28 de diciembre de 1945 se entregó oficialmente la escuela al director, profesor Agustín Alvarenga, quien desde fines de 1938 ejercía el cargo en el establecimiento. El director decidió postergar la mudanza hasta que llegara el mobiliario que se fabricaba en la cárcel de Córdoba. Pero pasó un año y desde el Gobierno anticiparon su intención de usar el edificio para oficinas públicas. Ante esta posibilidad, se dio una de las mudanzas más rápidas de la historia provincial. Toda la escuela se movilizó en masa, alumnos, profesores, maestros, personal de disciplina y maestranza, todos colaboraron en el traslado que logró realizarse en una sola jornada. Todo el que poseía un vehículo, ya sea automóvil, carro, chatita, estanciero o camión, lo puso a disposición de la escuela para trasladar muebles, útiles, expedientes y libros. Inclusive hubo alumnos que hicieron el trayecto (unas quince cuadras) a pie llevando consigo diversos elementos de enseñanza. De esta manera, en un solo día, se realizó la mudanza y se conjuró el peligro de que otros organismos nacionales o provinciales ocuparan el edificio desocupado.Refacción general La última refacción general de la escuela estuvo a cargo de la Provincia y tuvo lugar desde diciembre de 2011 a abril de 2012. Se rehicieron los baños a nuevo, se cambiaron los techos, las viejas tejas fueron reemplazadas por chapas de cinc, se hicieron nuevos cielorrasos, se repararon grietas, se renovó totalmente una de las escaleras que llevan al primer piso, se hizo nueva instalación eléctrica de la planta alta, nuevos ventiladores y pintura.




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