SAN PEDRO (Enviada especial). La Cooperativa Agropecuaria y Forestal de Paraíso Limitada es una entidad fundada hace más de 18 años y recuperada hace poco más de ocho, apuntando a la producción de semilla.Está situada a poco más de nueve kilómetros del centro de San Pedro y allí, en la actualidad, la prioridad pasa por mantener y fortalecer un proyecto de semillas que apunta a conservar la producción orgánica, que sirva para ser reproducida pero también para las agropecuarias, para consumo propio del productor y -sobre todas las cosas- que se mantenga en un equilibrio de ser un cultivo apto para el consumo.Liliana Kaminski, vocal de la cooperativa y responsable del proyecto, detalló a PRIMERA EDICIÓN cómo se trabaja en la entidad para incentivar al productor y proteger la calidad de la semilla: “Para proteger las semillas de los gorgojos estamos utilizando un fungicida de contacto y es el único químico que tiene esta semilla”, detalló.La entidad está trabajando ahora con cinco variedades de maíces: el bahiano amarillo, el blanco, el azteca, el matogroso y el amarillo duro. A su vez, se destaca también la producción de porotos: el tradicional negro y variedades de colores entre rojos, blancos y morados, que fueron siendo rescatadas en la zona y que se siguen produciendo. “Hoy también podemos decir que contamos con los cinco guardianes que producen para que, después, los otros socios de la cooperativa siembren. Son las semillas que pretendemos sigan conservándose en el estado puro”, explicó la mujer.Con respecto al maíz, contaban en un principio con ocho variedades y en la actualidad trabajan en mejorar dos de ellas. Una con la semilla blanca y la chala roja; y la otra con la semilla roja y la chala blanca. “Estas dos se están mejorando, pero no las tenemos para la venta”, dijo Kaminski.También producen en cubiertas verdes. “Todo lo que producimos dentro de las cubiertas verdes son las variedades mucuna, la ceniza, la negra y la enana. También tenemos el poroto sable, producimos lupinos, trébol que algunos pueden ser de inviernos y otros para el verano”, detalló Kaminski.En la mayoría de los casos, el productor se guarda parte de la producción para consumo propio. Pero en el caso del poroto, por ejemplo, realiza el acopio y lleva la producción para su secado en la cooperativa, para mantenerlo sano sin la aplicación de ningún fungicida.Las semillas son muy demandadas por las agropecuarias, por grandes productores de la provincia, además de ser proveídas a un programa provincial del Ministerio del Agro, que compra la producción de la cooperativa, para abastecer a otros productores.La cooperativa cuenta actualmente con 96 socios, de los cuales son 42 los que están en la planta de alimentos. Dos hectáreas aproximadamente, es la extensión de cultivo de cada productor, quienes ahora recibirán la asistencia del Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI), para explotar un total de 100 hectáreas con la producción de granos.Cuando se empezó con la práctica de la producción, se llegó a cosechar un promedio de 2.000 kilos de maíz por mencionar una de las semillas. Para la última temporada se superaron los 5.600 kilos de maíz, de la variedad Mato Grosso. Lo que no ocurrió con las otras variedades, pero al menos se pudieron mejorar los rindes.La diversificación productivaMuchos socios de la entidad también producen tabaco, yerba, maíces, porotos. Allí se insiste en la diversificación productiva porque, de repente, el tabaco es un cultivo que sólo le genera ingresos al colono tras la entrega de la producción entre abril y mayo; y a fin de año con el pago de algunos planes. “La venta de las semillas surge ahí cuando justo se cortan algunos ingresos determinados como es el caso del tabaco y la yerba”, explicaron.La cría de cerdos, que comenzó hace dos años, también representa una oportunidad de mayor ingreso del colono en la frontera con el Brasil. Se priorizaron las capacitaciones, las asistencias para tratar de cerca el tema de la sanidad, como para que el productor entienda que es lo que realmente necesita para producir un animal sano y apto para la comercialización.La producción local tiene buena demanda en las ferias francas de la localidad. Con 16 productores se incentiva la cría y cada uno de ellos apuesta permanentemente a 20 y 25 lechones con el proceso de engorde y comercialización que son faenados cuando promedian los 10 y 14 kilos aproximadamente.Proyecto de producción lecheraDe la mano de la cooperativa, trabaja un total de 56 productores que vienen impulsando la producción. “Tienen aproximadamente entre cinco y seis vacas que les producen entre cinco y diez litros de leche por día. Es decir, llegaríamos a 1.200 y un poco de leche acopiada diariamente que no se puede aprovechar porque no tenemos una estructura que pueda almacenar y garantizar el mantenimiento de su calidad”, lamentó Kaminski. Afirmó que en el pueblo no se consigue leche fluída o de larga vida y es esa demanda la que quieren cubrir.





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