POSADAS. La imagen de Mirian Lescano (25 años) con sus dos chicos y un puñado de cosas que le acercaron algunas personas que se solidarizaron con su situación refleja el estado precario en que se encuentra luego de haber padecido el incendio de su humilde vivienda, hace una semana, en el barrio Los Potrillos. “Desde ayer no comemos nada, solamente un reviro, y mis chicos quieren comida a cada rato, si no lloran”, explica a punto de quebrarse Mirian, sosteniendo en sus brazos a la más pequeña, que cumplió un mes, mientras el nene de un año y seis meses deambula por la amplia habitación de una edificación privada que ella intrusó, pero que debe abandonar porque la intimaron a desalojar inmediatamente.La joven afirma que recibe dinero únicamente “a través de la Asignación Universal” porque su pareja solamente realiza changas y “eso no alcanza para nada, ni siquiera para darle de comer a los chicos y yo no tengo con quien dejar a mis chicos”.Desanimada, triste e impotente, Mirian reconoció que tuvo que “meterse” en el predio de una empresa privada, donde funcionaban unos talleres de una envasadora de gas que están siendo desmontados, “porque no tenía más adónde ir. Fui a la Municipalidad a pedirles si me podían dar un corte de casa para tener a resguardo a mis chicos porque si no quedaremos en la calle. Me dijeron que no tienen en este momento y que eso puede tardar varios días. Nos entregaron una cama vieja y unas frazadas”. Luego, en su lento relato, apuntó que “encima ahora vinieron los empleados de los dueños del lugar a desalojarnos, quieren que nos vayamos de acá y la verdad no sabemos a quien más recurrir. Después de que se quemó la casa nos fuimos al monte, pero no pudimos estar allí bajo los árboles con los chicos”.SolidaridadDesde la capilla Santa Clara, enterados de la situación de la familia de Mirian, se movilizaron y consiguieron acercarle inicialmente algunos elementos para que pueda cocinar, unas ropas, abrigos y alimentos. De hecho, en ese lugar se recibe todo tipo de ayuda que puedan contribuir a darle una mano a Mirian y sus chicos.“Queremos el corte de casa para instalar en el mismo lugar (donde estaba la vivienda quemada), porque mi bebé está engripado y al más grande le tuve que llevar días atrás hasta el hospital caminando, porque estaba también muy decaído”, resaltó Mirian.Unos vecinos de la zona se acercaron a colaborar con Mirian, “porque vemos que están en situación de necesidad extrema. Hicimos algunas gestiones con gente privada para ver si podemos conseguirle una casita. Es duro ver a una familia en esas condiciones, más cuando hay chicos que están pasando hambre. Espero que vengan las autoridades y los puedan asistir como corresponde, son personas que tienen derecho al menos a acceder a un plato de comida”.




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