POSADAS. “Siempre el mismo Sol” es el nombre de la muestra que desde hoy a las 9.30 iluminará la sala 4 del Centro del Conocimiento con ese brillo que sólo Bernardo Neumann sabe impregnarle al lienzo.Es que el pintor tomó del astro sus colores radiantes, además de todo el simbolismo que representa para la humanidad, ya sea como dador de luz y vida, como así también aquel objeto de culto que significó para las civilizaciones más antiguas. Para los guaraníes, por ejemplo, los principales cuerpos celestes nacieron de una forma muy particular, así Kuarahy (el Sol) es producto de la unión entre Ñamandú (dios, nuestro padre) y Ñande Sy (nuestra madre). Y, obviamente, es el mismo que está presente en la cotidianeidad de cada ser humano.Así, en sus distintas formas, con enduidos, papeles, pigmentos naturales, craquelados pasaron por las manos del artista, que agradeció a quienes le facilitan estos materiales, como así también la fluoresceína, una sustancia que produce un color fluorescente y cuando se expone a la luz absorbe ciertas longitudes de onda. Además, Neumann trabaja en un mural de 35 por 2,64 metros, en la pared oeste de la planta cloacal emplazada frente a El Brete.En este paredón al aire libre el pintor encontró en la educación una fuente de inspiración, por eso, una vez culminada, la obra dejará disfrutar de libros escondidos en la vegetación característica de la provincia, otros que se transforman en aves y letras bailarinas.Y sobre esta obra, en la que el artista trabaja junto a su hermano Manuel, algo que según confesó lo llena de satisfacción, explicó a PRIMERA EDICIÓN que una de las premisas que fortalecieron su deseo al momento de pintar es la libertad que un individuo consigue con la educación.
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