POSADAS. Las seis comunidades mbya del Valle de Cuña Pirú que desde 2009 están en litigio con la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) por la propiedad de 6.035 hectáreas de monte señalaron que, a cinco años de iniciado el juicio, se estaría llegando a un acuerdo y las tierras serán devueltas. No obstante, advirtieron que “el intendente de Aristóbulo del Valle -Eldor Hut- se ha reunido con el rector de la UNLP y parece que quiere repartir las tierras. Nos pertenecen las 6.035 hectáreas. No las queremos para explotarlas y tirar el monte, sino para cuidarlas”. Lirio Giménez, de la aldea Kaagui Poty, y vocero de las seis comunidades del Valle de Cuñá Pirú señaló a PRIMERA EDICIÓN que “las tierras serán devueltas por la Nación. La Provincia y la Municipalidad (de Aristóbulo) no deben meterse en este conflicto”.Señaló también que las tierras, además de estar siendo ocupadas por la UNLP en sus investigaciones, en estos diez años se han instalado 22 intrusos, que están destruyendo el monte para hacer plantaciones o vender madera. “Si esas son las intenciones, nosotros no vamos a aceptar esos acuerdos y vamos a continuar la demanda que iniciamos hace ocho años”, dijo Giménez. InvadidosActualmente son seis las comunidades que viven en estas tierras. Tres existen hace más de 150 años. Las otras se formaron hace unos cinco años.Desde que la UNLP comenzó a investigar en las tierras de las comunidades, los mbya se han sentido como invadidos. Una vez más. “Ellos no destruyen el monte, pero recorren todo el monte, y también nuestros patios y entran en nuestras casas. Es muy incómodo para nosotros”, dijo Giménez.Los usos de la tierraLa UNLP recorre los lotes estudiando las plantas, pero los 22 intrusos que poco a poco se van adentrando más en el monte, van talando y modificando el ecosistema. Desde su compromiso con la preservación del ambiente -al que los guaraníes, desde su cosmovisión consideran que es un todo con el hombre- los mbya están cada vez más preocupados por esta destrucción. “Para nosotros la vida es el monte, tenemos todo ahí, remedios, tronco para hacer artesanías y nuestras casas. Nosotros queremos cuidar el monte, sabemos cuidarlo”, agregó.“Los blancos siempre se preguntan, ¿porqué nosotros necesitamos tanto monte? Pero nosotros no somos empresarios, nosotros vivimos en el monte siempre, nuestros abuelos, nuestros bisabuelos, el monte es nuestra vida, nosotros caminamos kilómetro a kilómetro del monte. No queremos el monte para destruir, no queremos una chacra de 20 hectáreas para plantar, eso para nosotros no es vida”, finalizó. Regalar lo ajenoEl conflicto comenzó cuando la empresa Celulosa Argentina regaló a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) las 6.035 donde hace 150 años viven tres comunidades. “Este gesto, que recuerda a los antiguos emperadores, fue aceptado alegremente por la UNLP. Nunca se consultó a las comunidades, como tampoco lo hizo la Provincia cuando decidió transformar ese territorio en una reserva privada. Desde 2001 las comunidades reclamamos la entrega de los títulos, pero la UNLP intenta engañarnos con falsas promesas”, denunciaron desde las comunidades afectadas. El juicio comenzó en marzo de 2009, a cargo del Juez federal José Luis Casals.




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