COMANDANTE ANDRESITO. En pleno centro de Comandante Andresito, a 200 metros del puente, a cien de la flamante escuela cabecera y bordeando el arroyo San Francisco, está localizado el barrio Cantera, donde viven aproximadamente 200 familias, un alto porcentaje de las cuales trabaja en la cosecha de yerba mate. Los padecimientos de los habitantes del barrio no son nuevos: en sus declaraciones a este matutino mencionaron que llevan cuatro o cinco años insistiendo ante las autoridades municipales mediante reclamos verbales y escritos para que se hagan cargo de la situación y realicen los trabajos necesarios para dar solución a las problemáticas que los afectan, pero hasta hoy no han recibido respuesta alguna. Los vecinos del barrio tienen la esperanza de que, luego de lo acontecido, tomen en serio sus reclamos y hagan los trabajos necesarios para normalizar el barrio.Las calles son arroyosStella Maris Lanzón expresó: “Los problemas que tenemos acá en el barrio son varios y graves, empezando por el tema de las calles, que cuando llueve no son calles, son arroyos. Es increíble cómo se inunda, el agua que viene de la parte alta del pueblo viene toda para el barrio, entra en los terrenos entra en las casas, un verdadero desastre” y luego agregó “mandamos infinidad de notas pidiendo que entuben las canaletas, pero no tuvimos respuesta nunca. Con cada lluvia nos inundamos y parece que no les importa, es inexplicable tanta desidia para con nosotros”.“Llevo ocho años viviendo en el barrio, hemos ido al Concejo Deliberante, a la Municipalidad, por el tema de la luz, hasta hemos mandado notas a Posadas. No podemos usar lavarropas, calefactores, heladeras, nada, hemos medido la tensión y baja a 150. A nosotros ya se nos ha quemado la heladera y el lavarropas, pero nadie se hace cargo. Ni siquiera tenemos alumbrado público, ya ha habido un par de robos y los chicos que vuelven a la tardecita de la escuela andan con miedo, transita mucha gente y es peligroso, espero que hagan algo antes de que tengamos que vivir un suceso lamentable”. Para finalizar agregó que “todos somos gente, todos tenemos los mismos derechos, pero parece que las autoridades no lo entienden así”.Betania Suarez vive al otro extremo de la calle, del lado bajo, por lo tanto sufre más cuando llueve; inevitablemente la casa se le inunda arrastrando toda la basura que viene de la calle, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, manifestó: “Acá cuando llueve es un desastre, viene el agua por las canaletas y entra a los terrenos y a las casas. Todos los vecinos tenemos puentecitos para entrar a nuestras casas, pero el agua desborda las canaletas, toda la mugre del pueblo baja con el agua por la calle y es peligrosísimo, imagínese lo que es para los chicos ir a la escuela, yo a mi hijo lo cargo a caballito y lo llevo hasta la escuela, es un desastre. Además por acá pasan muchos chicos para ir a la escuela cabecera, todos somos humanos pero no nos tienen en cuenta. En campaña vinieron y prometieron soluciones pero cuando fuimos en diciembre nos dijeron que no podían hacer nada porque el barrio no estaba mensurado. ¿Qué tiene que ver?¿No somos gente acaso? Pido a las autoridades que hagan algo, que vean lo que sufrimos las familias y que piensen en los más chicos por favor”. “Ahora hemos recibido mucha ayuda, vino gente de afuera y nos trajeron colchones, ropas y alimentos, pero lo que perdimos fue mucho más. Si nuestra calle hubiese estado entubada y entoscada, hubiésemos podido sacar con autos nuestras pertenencias y salvarlas del agua, pero como se torna intransitable, si no venían camionetas 4×4 o los móviles de Gendarmería no se podía salir”, dijo.“Ni hacen ni dejan hacer”La problemática es evidente, a pesar de que hace poco más de siete días que no llueve todavía se ven charcos de barro y agua en las calles, las que por ese motivo se angostan y se tornan peligrosas. Marta Padilla vive desde toda la vida en Andresito, a pesar de eso manifiesta que la falta de respuesta de los funcionarios la hace sentir una intrusa. “Acá nuestro peor problema es el agua, el camino, yo tuve que hacer un muro, un paredón para que no se me inunde más la casa, acá cuando llueve se inunda todo, igual entra al terreno con toda la basura del barrio. Entubando esto se resuelve, con tubos y un entoscado se podría vivir mejor, este camino es muy transitado y cuando llueve es peligroso. La última lluvia casi caen contra una casa un camión con tareferos, una camioneta y el camión municipal, los atajaron porque si no se iban contra las casas, y que tal si atropellan a un chico. Yo fui varias veces a la Municipalidad, nosotros hicimos un fondo para pagar el empedrado, para comprar los materiales y cuando fui a hablar me dijeron que esa no era función nuestra, que eso lo iba a hacer la Municipalidad, pero nunca hacen nada. Al final, ni hacen ni dejan hacer y así seguimos, a dos cuadras del centro abandonados”.“Esta última lluvia, lamentablemente, vino a demostrar que todos nuestros reclamos son ciertos, las casas del lado de abajo se inundaron todas, perdiéndose ropas, estropeando muebles y colchones. Un verdadero desastre. Hasta una casa del barrio fue arrastrada por la corriente”, finalizó.“Somos el barrio más olvidado”Siguiendo con la recorrida PRIMERA EDICIÓN llegó hasta el hogar de Griselda Acuña, esposa y madre de dos hijos, en la puerta de su casa una hilera de ladrillos intenta hacer de muro para contener el agua que baja cuando llueve, “igual no alcanza, con la última lluvia el agua llegó a los dos metros de altura dentro de mi casa”, contó Griselda.“Hace ocho años que vivo acá en el barrio, muchas veces hemos pedido que entuben, nosotros no podemos pagar el entubado de la calle, mi marido es tarefero. Entre mi suegra y mi marido hicieron una canaleta que pasa por el medio del terreno para que el agua se escurra por ahí, pero cuando llueve no da abasto; después nos hablan de campañas del dengue y enfermedades, de campañas de prevención y operativos, pero acá debe haber más dengue que en ningún lado, si cuando baja el agua viene llena de basura y la que no escurre queda estancada en las canaletas. Es muy difícil vivir así, temo por mis chicos, somos el barrio más olvidado de Andresito”.“Queremos vivir dignamente”Frente a la casa de Acuña vive desde hace un año Ademar Da Silva, este vecino también preocupado por la situación tomó la palabra: “Hace un año que estoy viviendo en este barrio, vivía en un barrio lejano y cuando tuve la posibilidad de vender allá y comprar acá cerca del centro no dudé, pero jamás imaginé que acá en Andresito hubiera un lugar tan tremendo para vivir, lo que manifiestan los vecinos es totalmente cierto. Mi vecino, que tiene un tallercito, para arrancar el compresor tiene que usar un generador, porque acá la luz
es un desastre; en su momento hicimos notas y llevamos personalmente a Posadas y se supone que desde allá enviaron un trasformador, cables, postes y jirafas, pero acá lo único que hicieron fue cambiar el transformador, los cables, los postes y las jirafas nunca los vimos, vaya usted a saber dónde quedaron”.Y finalmente aseguró que “la solución es entoscar y entubar, sólo son 200 metros, no creo que sea tan difícil, si ellos ponen las máquinas nosotros quebramos la piedra y se la damos”.





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