POSADAS. Con la propuesta de cumbia romántica, Karina “La princesita” convocó a más de siete mil personas en la noche de jueves, en el Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez. Luego de una jornada gris y tras una velada fresca, los fanáticos llegaron desde muy temprano al predio ubicado en el Parque Paraguayo: una de las referentes femeninas más importantes de la movida tropical llegaba para hacerlos vibrar. Una propuesta de Rafa Producciones que multiplicó a los adeptos de todas las edades.Desde horas muy tempranas se pudo observar el movimiento frente al anfiteatro, entre vinchas y banderas la jornada fue tomando color y las puertas se abrieron para albergar más de siete mil almas que corearon a lo largo de hora y media todos los hits de Karina. Si bien el espectáculo perfilaba ser uno de esos recitales inolvidables, lo cierto es que la hora y media de retraso incomodó a más de un fanático. Es que familias enteras aprovecharon el día feriado para disfrutar de una salida y escuchar buena música. Sin muchas explicaciones por parte de la organización, los músicos y la cantante subieron al escenario pasada las 23.20, tras el pedido de la gente que estaba apostada en las gradas del anfiteatro.El malestar parecía que opacaría la fiesta tropical, pero tras los primeros acordes sumando la aparición de la blonda cantante, el público estalló en aplausos y ovaciones, pasando así a un segundo plano esa “eterna” espera. Entre el público se pudo ver como grandes y chicos corearon canciones, bailaron al ritmo de “todas las manos arriba…” o “vamos Posadas”. Luego de un par de canciones la cantante se dirigió al público y aseguró estar feliz de compartir una noche junto a los posadeños. “Hace mucho tiempo que no vengo a esta provincia y tenía muchas ganas de estar aquí. No tengo otro compromiso, así que les dedicaré mi tiempo a todos ustedes, así es como me gusta. Entonces nos podremos sacar fotos y disfrutar de este show”, dijo tras la emoción y sorpresa de ver un anfiteatro casi repleto. Niños y grandes bailaron; en las gradas se observaba la alegría y ese acompañamiento incondicional que tienen con la propuesta de “La princesita”, mientras que el público cercano al escenario hizo sus manifestaciones de cariño entregando cartitas, dejando ositos y presentes al pie del escenario. Así es como también se pudo disfrutar de la gracia de los más pequeños, que apoyados por sus padres pudieron subir al escenario y compartir algunos pasos de baile, tomarse varias fotos y conmover a la cantante que no dejó de agradecer el eterno cariño y respeto que le profesan. Casi dos horas de espectáculo, al ritmo de canciones que recorrieron su carrera artística y un abanico de piropos que bajaron como cataratas de las gradas del anfiteatro fue el resultado de un show inigualable.





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